EL PAíS

El témpano

A veces, cuando pienso que todo está perdido,
voy hacia una de las formas de la muerte,
me pego un tiro con una palabra
que alguna vez me fue tan transparente.
Y en la ternura del agua que corre
te recuerdo en la llegada de unos trenes,
sales de los mares, curvas de los puertos,
con mujeres descalzas en el verde.
Voy hacia el fuego como la mariposa,
y no hay rima que rime con vivir...
no te pares, no te mates, solo es una forma más de demorarse.
Y en las tardes tranquilas, cuando extraño todo,
pienso que todo no es lo que perdí;
una rosa de fe, aun a costa de perder, se pierde pero se gana.
La lucha es de igual a igual contra uno mismo,
y eso es ganar!
No te pares, no te mates, solo es una forma más de demorarse.
Recuerdo la quietud de la tierra, la quietud estaba adentro;
se cree más en los milagros a la hora del entierro.
Ese hombre trabajó, ¿quién escribirá su historia?
La cal reseca, la vida que sueña, los amigos que siguen igual,
la gloria en zapatillas, el florero vacío,
¿quién sabe si se puso a pensar “para qué vivo”?
Vivo para no perder!
Voy hacia el fuego como la mariposa,
y no hay rima que rime con vivir.
No te pares, no te mates, solo es una forma más de demorarse...

* La canción que cantó ayer en el acto Juan Carlos Bagilettto.

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