El Instituto de Bioética de la UCA es uno de los lugares de formación de los agentes católicos que se especializan en bioética. El Instituto fue creado en 1994, “en coincidencia con la solicitud de su santidad Juan Pablo II de que todas las Pontificias Universidades tuvieran un Instituto de Bioética”, según se informa en el sitio web de la casa de altos estudios. La Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral tiene un Departamento de Bioética, desde donde desarrolla actividades de capacitación. Desde hace cinco años, las dos casas de altos estudios realizan “jornadas interuniversitarias de bioética”. Este año se hicieron el 31 de octubre y estuvieron dedicadas al tema: “Quién decide mi muerte. Voluntades anticipadas”. Según informó la Universidad Austral, durante el encuentro, “Sebastián Cosenza, médico de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario Austral (HUA), ilustró a través de un caso real –atendido en la Unidad de Cuidados Intensivos– el problema de un posible ensañamiento terapéutico y demostró en su conclusión que muchas veces lo que puede parecer exceso o ensañamiento terapéutico, permite salvar la vida del paciente”. En tanto, Rafael Pineda, director del Departamento de Bioética de la Austral, “se centró en el problema que plantean los pacientes en estado vegetativo persistente y refirió que es muy frecuente que se malinterprete su situación y se trate de eliminarlos considerándolos “muertos” en vida, en detrimento de su dignidad como personas y como enfermos”.