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Antes de estrenar Sol de noche –film producido por La Azotea, que contó con el apoyo del Instituto de Cine y Artes Visuales (INCAA), la Universidad de Buenos Aires y la escuela de radio ETER–, el trío de realizadores, el mismo que hizo Mala junta, una película estrenada en 1996 a 20 años del golpe, optó por presentarla en Europa. “Pensé que la película iba a tener menos prensa de la que tuvo por la penetración de Ledesma: es el sobre de azúcar que consumís en un bar todos los días, la resma de papel y los jugos”, admite Aliverti. En Europa, la mayoría de los espectadores no creían lo que estaban viendo. “En España el tema del cura, que es español, causó un cosquilleo muy particular, les daba vergüenza ajena. En todos lados nos preguntaron si el cura y Paz eran actores. Era una pregunta comprensible. Quizás en el fondo uno no termina de creer que se expresaran con ese grado de brutalidad, por la desnudez con la que hablaban. En el caso de algunos círculos de argentinos en Barcelona y en Madrid, daban por sentado que algún fiscal iba a proceder de oficio con las declaraciones de ambos, cosa que no ocurrió y es algo que no deja de llamarme la atención. No hubo presentaciones espontáneas a nivel tribunalicio ni contra Paz, ni contra el cura, ni contra la empresa.”