SOCIEDAD › RECIBIó DIEZ CUCHILLADAS Y DETUVIERON A DOS JóVENES

Un abogado apuñalado en San Isidro

La policía lo encontró el domingo por la tarde agonizante, tirado en la vereda, con varias heridas de arma blanca, enfrente de su casa de Blandengues 964, en el partido bonaerense de San Isidro. Murió poco después, en el hospital local, pero antes, el abogado Enrique Friol, de 57 años, alcanzó a relatar en apretada síntesis lo que le había pasado: “Dos jóvenes me quisieron robar, me apuñalaron y escaparon”. Por datos aportados por los vecinos, que habían llamado al 911 de emergencias, la policía comenzó a seguir al interno 21 de la línea 314. En su interior detuvieron a dos jóvenes, uno de ellos menor, que tenían manchas de sangre en la ropa y en las zapatillas. Los dos fueron acusados por el homicidio del abogado Friol. La víctima había recibido al menos diez puñaladas en el abdomen y en otras partes del cuerpo. Aunque la principal hipótesis es la del robo, no se descarta la de una venganza “por la forma brutal en la que lo asesinaron”, opinó una fuente cercana a la investigación.

“Por lo poco que pudo decir la víctima, antes de morir, lo que se sabe es que el móvil del crimen fue el robo. Un intento de robo, porque al parecer los dos jóvenes detenidos no se llevaron nada”, explicó a PáginaI12 una fuente del Ministerio de Seguridad. El abogado trabajaba como profesor en colegios de la zona y solamente los sábados y domingos atendía asuntos legales en su estudio, instalado en la misma vivienda de la calle Blandengues.

Friol era soltero, vivía solo y no se pudo establecer si los jóvenes habían ingresado en la casa o si lo sorprendieron en la vereda. “La puerta de entrada no había sido forzada y en el interior de la casa todo estaba en orden; esto significa que o no entraron o fue la víctima la que les facilitó el ingreso”, dijo la fuente consultada por este diario.

Friol fue llevado en ambulancia, desvanecido, al Hospital Central de San Isidro, donde murió el domingo a las 16.15, cuando iba rumbo al quirófano. Lo habían atacado cerca de las 15.30. En forma paralela, policías de la 3a de San Isidro interceptaron el colectivo en el que iban los imputados por el asesinato.

“Los dos tenían manchas de sangre en sus ropas y en el calzado. Lo que no se pudo encontrar, hasta ahora, es el arma que fue utilizada para asesinar al abogado”, explicó la fuente. Uno de los chicos tenía 16 años y su nombre se mantiene en reserva por cuestiones legales. La policía informó que el otro joven se llama Adrián Nazareno Salvatierra y tiene 18 años. Uno de ellos vivía en el barrio La Horqueta, de San Isidro, y el otro en Villa Adelina. La línea 314 los llevaba a sus casas.

La principal hipótesis es que el asesinato se produjo durante un intento de robo, pero a los investigadores les llama la atención que la casa del abogado esté intacta. También es llamativa la forma en que fue asesinado, con al menos diez puñaladas. Por eso no se descarta la posibilidad de que se haya tratado de una venganza. En el barrio donde ocurrió el hecho, los vecinos estaban consternados. “Apenas me enteré de que habían asesinado a Enriquito no lo podía creer, era una persona buena, que no se metía con nadie, lo único que hacía era trabajar acá o en la escuela”, relató una vecina llamada Graciela.

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