SOCIEDAD › DOS DETENIDOS EN EL CASO DEL MATRIMONIO DE JOSE C. PAZ ASESINADO

Primeras pistas del misterio

Las detenciones se concretaron en una casa de Los Polvorines. Uno de los detenidos habría sido condenado por violación y homicidio. La policía excavaba anoche en busca de rastros de los dos hijos del matrimonio, que siguen sin aparecer.

Dos hombres fueron detenidos anoche bajo la sospecha de haber participado en el crimen del matrimonio cuyos cadáveres fueron encontrados a la vera de la autopista Panamericana. Las detenciones ocurrieron durante un allanamiento en Los Polvorines, la localidad donde apareció el auto quemado de la pareja. Los hijos del matrimonio no fueron encontrados todavía. Para el fiscal del caso “es raro” que hayan desaparecido. La Policía Bonaerense también mantiene la esperanza de que estén con vida, aunque las delegaciones que rastrillan la zona llevan consigo las fichas dactilares y las fotografías de Agustín, de 12 años recién cumplidos, y su hermana Milagros, de 8. Anoche, los investigadores excavaban en el predio de la casa de los detenidos en busca de rastros de los niños.

Los sospechosos fueron arrestados en una vivienda de Quiroga y Velázquez, donde la policía habría encontrado elementos que podrían pertenecer a las víctimas, en un operativo desplegado después de recibir un llamado al número de emergencias 911. Fuentes policiales explicaron que uno de los detenidos habría recibido en 1991 una pena a prisión perpetua por violación seguida de muerte, pero a los 15 años salió de la cárcel.

Mientras tanto, los teléfonos siguieron sonando. Ayer hubo nueve llamados al 911 con supuestos datos sobre el paradero de los hermanitos, uno de ellos que decía que habían sido vistos en una villa de la Capital Federal, pero por el momento ninguno de ellos dio resultado positivo. “Todos los llamados se investigan. Uno fue de Capital Federal y el resto del norte del conurbano, pero todavía no hay ninguno que haya dado resultado útil”, aseguró un investigador. Missing Children ya se sumó a la búsqueda (ver aparte).

La intuición del fiscal de Zárate-Campana, Marcelo Pernici, de que los niños pudieron haber sido dejados por sus padres al cuidado de algún amigo o conocido sabiendo de la inminencia de un peligro se desvanece con los horas. “No hay hasta el momento ningún dato acerca de cuál pudo haber sido su destino”, reconoció. ¿Y por qué no los dejaron con familiares? Aunque la pregunta parezca obvia, a medida que avanza la investigación van conociéndose más detalles sobre la pareja conformada por Marcelo Mansilla, playero de la estación de servicio de Petrobras en Tortuguitas, y su mujer, Sandra Rabago.

“No gozaban de demasiado buen concepto en la zona por cuestiones vecinales”, fue uno de los comentarios que deslizó en la radio Pernici. “Tampoco tenían una relación demasiado fluida con sus familiares, incluso algunos de sus hermanos no tenían los teléfonos móviles de esta pareja. Deducimos que había una relación familiar bastante tirante por motivos que por el momento no nos interesan”, agregó el fiscal. Esta situación ha complicado la instrucción hecha por Pernici, quien afirmó que las víctimas “no tienen antecedentes, la familia mucho no pudo aportar, por lo que se arrancó de cero”.

La pareja desapareció el jueves pasado y ayer sus familiares denunciaron que la casa del matrimonio en Barrio Frino de José C. Paz fue “desvalijada” durante la última semana, cuando los cadáveres aún no habían sido encontrados. Este dato fue confirmado parcialmente por fuentes policiales y judiciales, quienes admitieron el faltante de “algunos objetos de valor y ropa”. Un jefe policial de la zona aseguró que el robo fue entre “el jueves a la mañana y el sábado al mediodía”, pero que ninguno de los accesos estaba forzado y que la casa no estaba revuelta, por lo que los investigadores suponen que quien ingresó al lugar sabía lo que iba a buscar.

Según los familiares, el hurto se produjo el viernes pasado, un día después de la denuncia realizada en la comisaría 2 de José C. Paz por la desaparición de la familia Mansilla. “Desvalijaron todo, se llevaron ropa, electrodomésticos, todas las cosas de valor”, dijo Miriam Rabago, hermana de la mujer asesinada. A los investigadores les llamó la atención que este saqueo se hiciera cuando el matrimonio aún estaba vivo, ya que de acuerdo con el informe preliminar de la autopsia, los asesinatos se produjeron 72 horas antes del hallazgo de los cadáveres, es decir, el sábado al mediodía.

“Tenemos un hueco horario que es como un agujero negro, del que no sabemos nada de las víctimas”, reconoció uno de los investigadores cercano al fiscal. No es el único hueco. El propio Pernici admitió que por el momento “se manejan todas las hipótesis, desde el simple robo a cuestiones personales o de dinero que pudiera haber”. Aunque hizo hincapié en que el caso “tiene todo el aspecto” de una venganza mafiosa presuntamente cometido por “alguna banda que tenía cuestiones con esta gente”. “El auto aparece después de encontrar los cadáveres y a las pocas horas. Lo que hicieron fue descartarse del auto: era comprometedor y tenían que sacárselo de encima”, agregó. El fiscal subrayó que “lo último que se sabe de esta gente es del miércoles a la noche. Lo que sucedió a partir del jueves a la mañana, no sabemos. Nadie puede determinar si los chicos estaban en la casa o no”.

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Milagros, de 8 años, y su hermano Agustín, de 12 años recién cumplidos, ambos desaparecidos.
Imagen: Télam
 
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