SOCIEDAD › LA ESPOSA DE PABLO MOYANO MURIO TRAS UNA DESCOMPENSACION DIAS DESPUES DE UNA OPERACION

Una cirugía estética que resultó fatal

Patricia Villares, de 40 años, se había realizado una operación de belleza y murió tras una repentina descompensación. La versión más fuerte es que la nuera de Hugo Moyano se había sometido a una intervención con “hilos de oro”, que es mínimamente invasiva.

La esposa del secretario adjunto de la Federación de Camioneros, Pablo Moyano, murió ayer a la madrugada en una clínica de la localidad bonaerense de Avellaneda, como consecuencia de una “descompensación”, informaron fuentes policiales. El fallecimiento de Patricia Villares, de 40 años, se produjo días después de realizarse una cirugía estética.

Villares ingresó por un cuadro de descompensación a la clínica 15 de Diciembre II del Sindicato de Camioneros, ubicada en Zeballos 833, en Avellaneda. A pesar de recibir asistencia, la nuera del secretario general de la CGT, Hugo Moyano, murió horas después. Familiares y amigos concurrieron ayer al velatorio en el barrio porteño de Boedo y sus restos serán inhumados en el cementerio de Pilar.

La versión más fuerte vincula la muerte de la mujer con una operación de belleza –de rejuvenecimiento– que se había realizado hace unos diez días. Según trascendió, Villares se sometió a una cirugía en el rostro con “hilos de oro”, un procedimiento por el cual se colocan hilos suspensores debajo de la piel para poder traccionarla y reposicionar los tejidos. La operación provoca un efecto inmediato leve, pero los resultados son mayores con el correr de los meses desde la colocación.

Lucila Mangas, miembro de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica y Reparadora, explicó que los hilos se colocan debajo de la piel para “reposicionar los tejidos descendidos por la gravedad, por lo que no equivale a un lifting”. Los “hilos de oro” los pueden utilizar mujeres y hombres ya sea en “la cara interna de los brazos, las piernas, para levantar una mejilla, en el reborde mandibular, incluso en la zona de glúteos”, detalló la cirujana. Estos elementos se colocan de modo que se forme “una malla o suspensión por debajo de la piel. Además, los hilos presentan unas espículas (pequeños ganchitos) que se adhieren en la piel y favorecen la tracción”, precisó Mangas.

La especialista aclaró que no se trata de hilos elaborados con oro. “En un momento se hicieron de oro, pero tuvieron muchas complicaciones porque el organismo los rechazaba o se infectaba la zona”, relató Mangas sobre la técnica, también conocida como hilos tensores o rusos. Hoy en día, precisó, son de “polipropileno o prolene, un material irreabsorsible; quedan de manera inserta en el organismo, y son del mismo tipo de la sutura de cirugía”, tal como el que se puede utilizar en una operación de apéndice.

En diálogo con Página/12, Manuel Sarrabayrouse, jefe honorario del Servicio de Cirugía Plástica del Hospital Italiano, aseguró que se trata de una operación “mínimamente invasiva”. Y además explicó que “la colocación (de los hilos) es sencilla y segura”.

Mangas remarcó que, si bien es mínimamente invasiva, “siempre que se coloca un cuerpo extraño puede existir la posibilidad de rechazo o infección, al igual que cuando se coloca la prótesis de cadera. Todos los procedimientos tienen un índice de complicaciones y la inmediata puede ser el sangrado o una infección. La posibilidad existe”. En referencia a una posible infección que complique el procedimiento, Sarrabayrouse aseguró que es “bastante infrecuente” que haya una en la cara. El especialista explicó que el rostro es un área anatómica considerada “muy irrigada”, por lo cual es “infrecuente” que se infecte esa área.

El médico subrayó que “no es una intervención quirúrgica de riesgo, pero no quiere decir que tiene que ser efectuada en lugares con baja seguridad”. En ese sentido, enfatizó que son operaciones que deberían realizarse siempre en una clínica, sanatorio o en un hospital de alta complejidad, por lo que ante cualquier suceso, por ejemplo, una infección, se dispone de todos los recursos. Mangas coincidió con el especialista en que estas cirugías deben realizarse en un “quirófano”, con anestesia local y, en algunos casos, con sedación. “Es mucho más infrecuente una complicación cuando las operaciones son efectuadas en lugares adecuados. Lo importante es tomar recaudos”, aclaró Sarrabayrouse.

Informe: Soledad Arréguez Manozzo.

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Villares ingresó por un cuadro de descompensación a una clínica de Camioneros en Avellaneda.
Imagen: Télam
 
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