SOCIEDAD › LA MATó PESE A LA CUSTODIA

Violencia de género

Un hombre que había sido denunciado por violencia doméstica asesinó ayer a su mujer, en presencia de sus hijos de 4 y 8 años. El caso ocurrió en Olavarría, en horas de la madrugada, en la puerta de la casa en la que había vivido la pareja. El hombre, Carlos Víctor Diodato (43), luego de una discusión, atacó a su ex mujer, Tamara Bravo (43), aplicándole una puñalada en el cuello. La policía llegó al lugar a los pocos minutos, alertada por la hija mayor, que al ver a su madre ensangrentada, marcó el número 101 de Emergencias.

El caso comenzó a la 0.40 de ayer, cuando Tamara Bravo regresaba a su casa, en el barrio Ceco de Olavarría, acompañada por su hija mayor, de un matrimonio anterior, y su hijo de 4 años. El padre del más pequeño, Carlos Víctor Diodato, los estaba esperando en la puerta de la vivienda.

Diodato, que trabajaba como remisero, agredió verbalmente a su ex mujer y luego la atacó con un cortaplumas. El desenlace fatal se produjo a pesar de que la mujer tenía una custodia policial “dinámica”, que realizaba rondas de vigilancia en distintos horarios.

Esto se debía a que la mujer había denunciado a su ex pareja por violencia doméstica y el hombre tenía prohibido, por orden judicial, cualquier tipo de acercamiento a su ex esposa. “El patrullero afectado a esa cuadrícula pasaba por la casa en determinados horarios”, explicó un vocero policial consultado por la prensa.

La discusión y el ataque se produjeron en la puerta de entrada a la casa familiar. La mujer fue herida en el cuello y su hija mayor llamó al 101 de Emergencias. Al lugar concurrió un patrullero de la comisaría segunda de Olavarría. Bravo seguía con vida y fue llevada al Hospital Municipal de Olavarría, donde murió cerca de las 4.30.

En forma paralela, el personal policial comenzó a buscar al remisero, que se presentó poco después en la Comisaría 1ª de Olavarría, donde quedó detenido. A partir de los datos aportados por el propio imputado, los investigadores hallaron posteriormente su vehículo y el arma asesina, un cortaplumas que había sido arrojado a una alcantarilla.

Tanto en el interior del auto como en el cortaplumas, los peritos encontraron huellas de sangre. “Se trató de un nuevo caso de violencia de género”, confirmaron las fuentes policiales. Diodato se negó a declarar al ser indagado ayer por la tarde por la fiscal Susana Alonso, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 7 de Olavarría. Está imputado por el delito de “homicidio calificado por alevosía”.

La fiscal consideró que el autor del crimen se aprovechó de la situación de indefensión de la víctima. En el caso interviene personal del Sistema de Protección y Promoción de los Derechos del Niño bonaerense para asistir a los dos hijos de Bravo que presenciaron el crimen de su madre. Los niños quedaron al cuidado de familiares de la víctima.

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