La Justicia penal de La Plata amplió la acusación contra Cristian Martínez Poch, el hombre detenido por haber mantenido cautiva a su pareja, una abogada de 38 años, a quien drogaba y vejaba, y por haber abusado sexualmente de dos de sus hijas cuando eran menores de edad.

El juez de Garantías Jorge Moya Panisello hizo lugar al pedido formulado por el fiscal Marcelo Romero, y Martínez Poch quedó imputado por “corrupción agravada de menores y abuso sexual gravemente ultrajante para las víctimas”.

Martínez Poch (50) está detenido desde el martes, acusado de “privación ilegal de la libertad agravada” en perjuicio de su pareja, Vanesa Rial (38), una abogada que fue rescatada por la policía tras estar cautiva del hombre durante un mes.

Sin embargo, el jueves prestaron declaración testimonial dos de sus hijas, de 19 y 20 años, quienes relataron ante el fiscal que tras la muerte de su madre, cuando eran niñas, fueron abusadas por su padre. Tras la declaración de las jóvenes, el fiscal pidió al juez agravar la situación procesal del detenido, a lo que hizo lugar el magistrado, por lo que hoy será nuevamente indagado por esos delitos, que prevén penas de hasta 15 años de prisión.

Por otra parte, el imputado y las víctimas serán sometidos a peritajes psicológicos y psiquiátricos la semana próxima “para determinar los daños psicológicos que presentan, ya que no sólo hubo daños físicos”, dijo el fiscal Romero.

Las dos jóvenes declararon el jueves ante el fiscal y también lo hicieron dos de sus ex parejas, quienes corroboraron “el perfil violento del detenido”, sostuvo Romero. Al respecto, el padre de la abogada, Eduardo Rial, reclamó a la Justicia que no deje libre al hombre. “Este hombre no merece la libertad, porque si lo sacamos a la calle va a haber muchas Vanesas más”, aseguró.

Explicó que su hija está con contención psicológica y psiquiátrica ya que “está muy mal” y contó, para ejemplificar ese estado, que durante la madrugada “se puso a gritar ‘vinieron a matarme, me quieren matar’ cuando el perro se subió a su cama”.

Aseguró que, como padre, para él la situación tampoco es fácil y que lo padecido por su hija le ha “destrozado el corazón”. El padre de la abogada secuestrada detalló que debió hacer todo “un trabajo de inteligencia” para saber dónde Martínez Poch tenía secuestrada a su hija, ya que ella a diario le mandaba un mensaje de texto diciéndole que estaba en la localidad bonaerense de Navarro, pero él tenía el presentimiento de que no era así. “Pasé dos días haciendo vigilancia (en el edificio donde vivía la pareja de su hija) para que no la sacara hasta que llegara la policía”, precisó.

El martes, la abogada fue rescatada por la policía, tras allanarse uno de los departamentos de un edificio ubicado en la calle 23, entre 58 y 59, de La Plata, donde Martínez Poch la tenía cautiva desde principios de este mes. Durante ese tiempo, el hombre la golpeó, la drogó y abusó sexualmente de ella, según relató Rial a la prensa y ante el fiscal.