SOCIEDAD

Juicio oral y público a un policía por el crimen a sangre fría de un rehén

A partir de hoy será juzgado un cabo de la Bonaerense, acusado de matar al músico Mariano Witis y a un asaltante que lo había tomado como rehén. La historia de un policía de gatillo fácil.

 Por Carlos Rodríguez

El cabo de la Policía Bonaerense Rubén Emir Champonois será juzgado desde hoy en el Tribunal Oral 3 de San Isidro, por el homicidio de dos jóvenes, Mariano Witis, de 23 años, de profesión músico, y Darío Riquelme, de 16, un asaltante que había tomado como rehén a la otra víctima. En el caso de Witis, el cabo está acusado de haberlo matado a sangre fría por considerar erróneamente que era uno de los ladrones. En cuanto a Riquelme, el policía lo mató a quemarropa aunque el chico de 16 años nunca intentó usar el arma que llevaba y que, además, como comprobaron las pericias, no estaba en condiciones de ser disparada. Champonois mintió cuando dijo que Riquelme le disparó y también cuando aseguró que Witis estaba armado. Para tratar de confirmar esa falsa versión, alguien “plantó” un arma al pie del asiento donde estaba Witis. El cabo Champonois está sospechado de haber intervenido en otros dos posibles casos de “gatillo fácil” y fue acusado de haber participado en un tiroteo en el que murió el joven Alejandro Levickas, atrapado en un enfrentamiento entre policías y ladrones.
El cabo Champonois ingresó al servicio activo cuando tenía 19 años, sin haber finalizado sus estudios secundarios. Proviene de una familia humilde del partido de San Martín; su padre era ferroviario, su madre ama de casa. A menos de un año de estar en funciones, comenzó a participar en episodios cuanto menos confusos. El 17 de octubre de 1996 dos personas intentaron arrebatarle el bolso a la novia del agente Champonois. El policía los persiguió y mató a uno de los ladrones, usando su arma reglamentaria. En el parte policial se dijo que los delincuentes tiraron primero.
Así llegó el 21 de septiembre de 2000 cuando Champonois hizo los disparos que provocan la muerte de Darío Riquelme y Mariano Witis. En el sumario policial se lo presentó como víctima de una agresión por parte de dos delincuentes. Pericias realizadas poco antes del juicio demuestran que el revólver calibre 32 Tejano que tenía Riquelme no fue accionado y tampoco estaba en condiciones de efectuar disparos. Champonois tiró desde una distancia muy corta, entre 75 centímetros y 1,20 metros, y la trayectoria de los proyectiles fue de arriba hacia abajo.
A poco de andar quedó probado que Witis, contrariamente a lo que dijo el cabo Champonois, había sido tomado como rehén por dos ladrones que robaron el Banco Itaú de Beccar. En un primer momento Julieta Schapiro, una amiga de Witis, que lo acompañaba en un Volkswagen Gol, fue llevada detenida y acusada por la policía de integrar la banda. Una mano anónima, pero seguramente policial, plantó un arma en el auto para tratar de demostrar que el músico asesinado estaba armado. Al juicio, el cabo llega con una artillería de pruebas en contra y podría ser condenado a una pena de hasta 25 años de prisión por homicidio simple reiterado.
Además del caso Witis, el cabo está involucrado en otro posible caso de gatillo fácil. El 17 de diciembre de 2000 persiguió a un joven que aparentemente viajaba en un auto robado y al que vio entrar a una vivienda. El suboficial entró en la casa y, según la versión policial, el joven le disparó. Champonois repelió la supuesta agresión con su escopeta Macbeth. El joven, Emanuel Monti, de 16 años, murió de un disparo en el pecho y hay sospechas de que se trataría de otro virtual fusilamiento.
Hay testigos que aseguran haber escuchado un solo disparo, lo que dejaría sin chances la versión del enfrentamiento. El arma que presuntamente utilizó Monti fue encontrada en su mano izquierda, cuando el joven era diestro. La autopsia, en ese caso, demostró que Champonois disparó a muy corta distancia: entre 60 centímetros y un metro. El cuadro que pintan los testimonios es similar al del caso Witis-Riquelme que hoy comienza en San Isidro su etapa oral y pública.
Champonois también fue mencionado en un anterior juicio oral, el que se realizó para determinar responsabilidades en los asesinatos de otro joven ajeno a un tiroteo, Alejandro Levickas, y uno de los asaltantes. Miembrosdel Comando de Patrullas de San Fernando aseguraron ante los jueces que el cabo Champonois participó del cuestionado operativo y efectuó numerosos disparos. Las familias de Witis y Riquelme serán representadas en el juicio que empieza hoy por los abogados Laura del Cerro y Rodrigo Borda, éste en representación del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS). El CELS viene analizando a fondo los reiterados casos de gatillo fácil, que estarían demostrando que “la policía usa ilegalmente las armas”, sin respetar normas tendientes a preservar vidas humanas. Según la entidad defensora de los derechos humanos, el fenómeno se debería a una serie de factores: “La cultura institucional y las carencias en el entrenamiento y en las estrategias de las policías”. Una buena parte de los efectivos en actividad “resuelven recurrentemente los conflictos matando a las personas con las que se enfrentan” y sólo “un grupo minoritario utiliza legalmente la fuerza letal en defensa de su propia vida o de terceros”. El caso Witis-Riquelme puede ser un test para analizar la metodología, en este caso, de la Policía Bonaerense.

Compartir: 

Twitter

Mariano Witis fue asesinado el 21 de diciembre de 2000, cuando era rehén de un asaltante.
Una mano anónima le plantó un arma en el auto para tratar de demostrar que estaba armado.
 
SOCIEDAD
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.