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“Fueron momentos muy duros, muy intensos, me ponía muy nervioso, pensaba que me podían hacer cualquier cosa”. Víctor Alsina Palacios, un joven que estuvo secuestrado durante 23 días, fue liberado ayer en la localidad bonaerense de Los Polvorines, en el partido de San Martín, les dijo a los periodistas que durante el cautiverio “siempre pensaba en positivo, me despertaba y siempre rezaba para que me soltaran”. El chico, de 16 años, hizo declaraciones a la prensa en la puerta de su casa de Grand Bourg y la policía informó que “no se pagó rescate”. Los padres del joven dijeron que se trató de “un secuestro por error, porque seguramente, creyeron que éramos un familia con mucha plata”. Víctor Palacios dijo de sus secuestradores que lo trataron “muy bien porque son buena gente” y que el reencuentro con su familia fue “muy emocionante”.
Los padres del chico, que atendieron a la prensa en su casa de Luis Vernet al 300, insistieron en que “no se pagó rescate” y se declararon “muy agradecidos con todos las autoridades y sobre todo con los policías y el fiscal Jorge Sica (a cargo de la causa) por la ayuda recibida”. El menor fue liberado a las tres de la madrugada de ayer cerca de Los Polvorines, luego de que los delincuentes desistieron de cobrar el rescate, aparentemente “porque estaban cercados por la policía”, según la versión oficial que dieron las autoridades de la fuerza.
El padre del chico, Rubén Alsina Palacios, quien trabaja como maestro mayor de obra para una empresa contratista, agradeció la labor de la fuerza de seguridad y del fiscal federal porque “se portaron muy bien, una maravilla”. El hombre, ante una pregunta, sostuvo que los miembros de la banda “se equivocaron porque nosotros no tenemos dinero para pagar un rescate como el que nos estaban pidiendo”.
En principio, los secuestradores habían solicitado el pago de 50 mil dólares, pero poco después la suma se incrementó en forma considerable y las negociaciones se hicieron cada vez más complicadas. La madre del joven, que actualmente trabaja como empleada doméstica, comentó que los secuestradores “sólo querían la plata y la plata”, motivo por el cual “la situación se hizo muy difícil ya que no teníamos respuesta posible”.
El joven fue raptado el miércoles 25 de febrero a las 7, cuando salía de su casa en Grand Bourg para ir al colegio Nuestra Señora de Lourdes, donde tenía que rendir una materia. Al principio había circulado la versión de que se podría tratar de un autosecuestro o de una travesura del muchacho, pero esos supuestos fueron desmentidos rápidamente por la familia y por la propia policía. Las dos primeras llamadas, según dijo la policía, fueron para reclamar el pago de unos 50.000 dólares y ante una oferta menor, la respuesta fue “sigan juntando plata”.
Las versiones sobre un autosecuestro, se debieron a que el chico se había llevado siete materias y en caso de reprobar alguna, iba a repetir el año. La angustia de la familia, que siempre pensó que se trataba realmente de un secuestro, se acrecentaba porque el chico padece un soplo al corazón y necesita tomar medicación en forma permanente.