SOCIEDAD

El cine de los chicos de Lugano y una mirada dura sobre el país

Adolescentes que asaltan ayudadas por su profesor, la vida de un linyera, la violencia en una pareja: fueron temas elegidos por estudiantes secundarios que ayer exhibieron sus películas.

Cuatro chicas que asaltan armadas una remisería con la ayuda de su entusiasmado profesor de matemáticas; un joven que pone todas sus fuerzas para salir adelante y reponerse de una enfermedad complicada; la vida de un linyera fallecido contada con orgullo por sus vecinos del barrio. Estas y otras historias, algunas más realistas, otras menos, fueron las que expusieron ayer los estudiantes de diferentes escuelas estatales de Villa Lugano, en un cine de su barrio. Los cortometrajes, dirigidos, actuados y filmados por los propios alumnos, dieron una dura visión del mundo, focalizada en temas como la violencia, la pobreza, la humildad, la dignidad y la solidaridad “en tiempos difíciles”. El evento se realizó en el marco del proyecto “Cine en las Escuelas Medias del Sur”, coordinado en forma conjunta por la Secretaría de Educación porteña y la Universidad del Cine.
“Fue algo muy raro. Ver cómo aparezco en una pantalla grande es medio loco”. Miguel, alumno de 3º año de la Escuela Nº 1 de Lugano, no podía ocultar ni su alegría ni su nerviosismo al hablar frente al público presente en el cine El Progreso, en la presentación de la muestra. “Para los chicos la experiencia fue muy buena. Le agarraron el gusto a escribir guiones y ya están pensando en filmar otra película”, comentaba a su lado Walter Zacarías, docente del mismo colegio y protagonista de otro de los filmes.
“El proyecto comenzó en el ‘99 –explicó a Página/12 Marcos Sacchetti, de la Secretaría de Educación–, cuando se decidió incorporar a la currícula educativa de estos colegios un formato audiovisual como soporte de la enseñanza”. “Llegamos a un acuerdo con la gente de la Universidad del Cine por el que se comprometían a colaborar con los trabajos. Así fue que el año pasado, ellos aportaron los instrumentos y coordinaron a los chicos y a sus profesores, para después editar los trabajos en los laboratorios de la Universidad”, detalló Sacchetti. Y el resultado conformó a todos: “ver esto realizado es un sueño cumplido”, aseguraron chicos y grandes.
Cada corto tenía su historia y cada historia sus protagonistas. En la primer cinta, Alcides –cuyo nombre lleva el film– es un joven apasionado por la cumbia que encuentra en su voz la posibilidad de crecer en medio de una situación que él mismo juzga como “muy difícil”. Tras reencontrarse con un grupo de amigos, decide formar la banda Alcides Sony, que en pocos meses ya lidera los rankings por sobre los más conocidos de la bailanta. Pero en su momento de mayor apogeo, al protagonista la suerte le juega con cartas marcadas: se le declara una enfermedad aparentemente terminal, a la que luego de una crisis anímica decide combatir con la ayuda de sus amigos más íntimos. “Elegimos hacer la historia de alguien que con una enfermedad siguió adelante”, sintetizó al respecto Miguel, de la Nº1.
Mortero mortal es quizás el corto más controvertido. En tan sólo 11 minutos cuenta las desventuras de una pareja –la de Cecilia y Fernando– en apariencia perfecta, en cuya relación amorosa se filtra un amigo en común. Una historia de infidelidades que termina con el asesinato de Cecilia y la conformación sorpresiva de una nueva pareja: la de ambos muchachos. En el medio, el alcoholismo de Fernando y los maltratos a su mujer muestran una cara amarga de la realidad.
Lo que no puede esperar es la historia de una chica de unos 8 años a la que su padre –también alcohólico y golpeador– la manda a mendigar. Luego de recibir la amenaza de una paliza que no olvidará si es que no vuelve a su casa con diez pesos, la chica decide dormir en la calle. El final es trágico: muere atropellada por un auto al cruzar distraída la calle, ante la despreocupación de sus familiares. “Me molesta que la gente que ve a los chicos durmiendo en la calle los mire como una parte más del paisaje”, dice una de las jóvenes actrices mientras se desarrolla el corto.
La cuarta cinta era un documental basado en el “loco Juan”, un linyera que todos los días pedía monedas en la parada del ‘80. El film trataba sobre su misteriosa vida, no tan misteriosa luego de escuchar lasentrevistas a quienes, más o menos superficialmente, lo conocieron. “De esta manera queremos homenajearlo y devolverle, con nuestro recuerdo, todo lo que Juan nos brindó”, finaliza diciendo una de las profesoras de los chicos de la Nº 5. Por último, El legendario Walter Z fue la que se llevó la mayoría de los aplausos. Es que cuenta la historia de un profesor de matemáticas –Walter Zacarías– que opta por unirse a una banda de asaltantes integrada por sus alumnas. “Esto demuestra que se les dio total libertad a los chicos para elegir los contenidos”, bromeó respecto del final Sacchetti.
Producción: Darío Nudler.

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Los estudiantes de Villa Lugano mostraron las películas que filmaron en el cine El Progreso.
 
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