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Lunes, 30 de noviembre de 2015

FúTBOL › RACING DERROTó A INDEPENDIENTE 2 A 0 Y QUEDó MáS CERCA DE ENTRAR A LA LIBERTADORES

Una alegría que tardó catorce años

El equipo de Cocca estructuró el partido para tirarle la pelota a su referente de área y le salió bien. Un lindo gol de Bou abrió el camino para la victoria en el clásico de Avellaneda. La semana próxima se jugará la revancha.

 Por Juan José Panno

La idea con la que Racing encaró este partido no tenía mucho misterio. Defensivamente, se trataba de agrupar gente del medio hacia atrás, bien paraditos todos, tratando de tapar al Cebolla Rodríguez, a Benítez y a Pisano y no darle posibilidades al uruguayo Vera, único referente de área, cercándolo con los centrales. Ofensivamente todo era más sencillo: había que tirarle la pelota a Bou para que resolviera solo o a Romero para que lo hiciera entrar en acción a Bou. Pobre como expresión futbolística, limitado como estrategia, pero entendible si se parte del temor que les creaba el buen juego que venía desplegando últimamente el rival. Racing fue a la cancha de Independiente con mentalidad de equipo que se siente inferior, a buscar primero que nada un empate que lo dejara mejor parado para la revancha en el terreno propio. Y se llevó el premio mayor: la victoria y dos goles de diferencia que otorgan medio pasaje a la Copa Libertadores.

Los beneficios de la fórmula “hay que dársela a Bou y vemos qué pasa” se vieron nítidamente a los 36 minutos y medio del primer tiempo. Saja recibió un pase atrás en el borde del área y le dio bien fuerte hacia arriba, a la zona en la que suele moverse el solitario delantero. En el camino, Romero peinó el balón y Bou en dos movimientos, en espacios reducidos, se sacó de encima a Pellerano y a Cuestas y le pegó al arco. La pelota rozó en Toledo y terminó de descolocar a Rodríguez. Gol de Racing. Así de simple. Gol en un partido que parecía jugarse sin arcos y que por lo menos desde un cuarto de hora antes había caído en un profundo pozo de imprecisiones, errores y revoleos de pelotas sin destino. Gol para alegrarle la vida a Racing, conmocionar a Independiente y sacar de la modorra a los neutrales que habían prendido la tele con la estéril esperanza de encontrarse con un gran partido. La sorpresa y el impacto fueron tan fuertes para los defensores locales que quedaron tambaleando y Racing, que se dio cuenta de ello, fue a buscar con la decisión que antes no había tenido y metió el segundo. Tiro libre, centro, rebote, cabezazo de Acuña hacia delante y magnífica resolución individual de Romero. Bajó la pelota con la derecha y de media vuelta le dio de zurda, contra el palo izquierdo del Ruso Rodríguez, que no pudo hacer mucho para evitarlo. Lo curioso es que Romero estaba en una pierna, con el tobillo machucado, y era candidato al cambio. Es más, un minuto antes le había pedido a Cocca que esperara un poco antes de reemplazarlo. “Pará un cachito que ahora voy me convierto en héroe” uno puede fantasear que le dijo. Cocca lo dejó y Romero marcó un gol que no olvidará en su vida. Antes de finalizar la etapa se fue de la cancha, sustituido por Noir.

Parecía “cosa e mandinga” (valga la paradoja) que el Diablo se retirara con dos goles en el medio de sus cuernos y que su dominio de la pelota no sirviera de mucho. ¿Qué había pasado? Que la idea de poner la pelota a ras del piso en el medio no incluía cambios de velocidad ni subida sorpresiva de los laterales, ni potencia para quebrar la trinchera que oponía el rival y de ese modo Saja tuvo poco trabajo. En los primeros 45 minutos sólo un centro de Vera encendió algunas luces rojas. Poco y nada. Y encima, en el fondo dieron ventajas decisivas.

En el segundo tiempo los Rodríguez ayudaron a que Racing lo pasara tranquilo. Cebolla se fue lesionado y el Torito expulsado por una plancha a Bou. Con Lucero y Aquino en la cancha, sin los Rodríguez del medio y sin Pisano, Independiente se repitió en la búsqueda por el medio y terminó por aplacar el aliento de los hinchas.

Para la revancha, que se jugará la semana próxima en el Cilindro, Racing va a tener a Milito, pero lo que más les importa es que tienen una ventaja de dos goles. Casi decisiva en este fútbol amarrete de hoy.


Estadio: Independiente.

Arbitro: Germán Delfino.

Goles: 37m Bou (R); 40m Romero (R).

Cambios: 43m Noir (5) por Romero (R); 46m Lucero (4) por C. Rodríguez (I), Aquino (4) por Pisano (I); 71m Voboril por Cerro (R); 83m Camacho por Acuña (R).

Incidencias: 51m expulsado D. M. Rodríguez (I).

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Gustavo Bou ya sacó el remate para el primer gol. La pelota pegó en Toledo y pasó por encima del cuerpo de Rodríguez.
Imagen: Télam
 
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