"Sobran los patrulleros y los recursos humanos", dijo el gobernador Antonio Bonfatti ayer y generó la polémica, al ser consultado por el caso de un hombre que fue desalentado de denunciar un robo en la comisaría 15º. Puntualmente, denunció que le dijeron: "No vale la pena, vení más tarde, somos dos y tenemos que cuidar treinta presos". La respuesta del mandatario fue tajante: "Si alguien no tomó la denuncia policial, quiero que ese ciudadano me envíe una nota que voy a sancionar a quien corresponda. Tenemos patrulleros guardados en depósitos".

El que salió al cruce fue del mismo palo. El senador nacional y precandidato a diputado Rubén Giustiniani le retrucó: "Si sobran los móviles policiales que los saque a la calle porque no se ven" y argumentó que "empezó el año con un índice de muertos preocupante".

Además, el dirigente reclamó el refuerzo de fuerzas federales: "Reafirmamos la necesidad de una mayor presencia de Gendarmería en la ciudad y por eso iniciamos gestiones en el Congreso de la Nación y le enviamos una carta a la presidenta para que reconsidere el repliegue de Gendarmería por la grave situación de inseguridad".

"No entendemos al candidato oficialista (por Miguel Lifschitz) que dice que la Gendarmería no es necesaria y propuso que se quede en la frontera y ahora el gobernador pide un refuerzo, es una contradicción seria", agregó Giustiniani y exigió una policía "más eficaz y con mayor despliegue preventivo".

Para el socialista, "la presencia de Gendarmería tuvo un efecto pacificador en los barrios", ya que "son los mismos vecinos los que dicen que con Gendarmería estaban más tranquilos". En rigor, Bonfatti le pidió en las últimas horas al gobierno nacional el regreso de los gendarmes. "Volví a solicitar que vuelvan más gendarmes a Rosario y me dijeron que que tenían que consultarlo con la presidenta", apuntó el gobernador tras la reunión del martes con el jefe de gabinete Aníbal Fernández.