Seguirán presos los cuatro efectivos de la Policía de Acción Táctica (PAT) implicados en el homicidio de Jonatan Herrera, el joven que murió en enero pasado cuando fue baleado al quedar en medio de una persecución en Tablada, mientras lavaba su auto. Ramiro R., el principal acusado, y otros tres efectivos -uno permanece en prisión domiciliaria- tenían fecha de revisión de la medida cautelar para mañana, cuando el fiscal Adrián Spelta debía presentar la acusación.

Sin embargo, el investigador pidió una prórroga ya que desde el área de Balística le indicaron que la reconstrucción del hecho, solicitada por la defensa de los acusados, se realizará recién el 21 de diciembre. Ante ello, y con el descontento de los abogados de los imputados, el juez Gonzalo López Quintana hizo lugar al pedido del fiscal y le dio fecha hasta el 28 de diciembre para presentar la acusación previa con todos los argumentos para llevar el caso a juicio.

El 4 de enero pasado, Jonatan lavaba su auto cuando advirtió la persecución a cargo del personal del Comando Radioeléctrico, que intentaba atrapar al ladrón de una juguetería. En ese momento, cuatro agentes de la PAT bajaron de un colectivo en el que circulaban y comenzaron a disparar, "cuando los agentes del Comando ya tenían al ladrón en el piso", según relató Spelta, en su momento.

Por aquellos días, le endilgó el la autoría del crimen a Ramiro R., de 25 años; mientras que los otros tres agentes fueron acusados por tentativa. El relato de Nahuel, el mellizo de Jonatan, fue demoledor: "Cuando fui a su casa ya había pasado todo, no me dejaban pasar. Una mujer policía rubia me apuntaba con un arma, y me decía 'quedate acá porque sino a vos también te mato'. Le pregunté cómo estaba mi hermano y un milico me dijo que bien, que lo habían llevado al Heca. Pero mi hermano ya estaba muerto". Jonatan estaba casado con Sabrina, de 20 años, con quien tenía un hijo, Ciro, de sólo un mes y medio en el momento del asesinato.