"Acá me quedo, pensé, pero no me moría más", dijo Estela, al narrar los momentos de tensión que se vivían y que todo su cuerpo le dolía como consecuencia de haber quedado "aplastada por la gente".

Estela fue la primera testigo convocada por el Tribunal Oral en lo Criminal 24 (TOC24) en la reanudación del debate, tras un receso de diez días.

La joven recordó que la noche del 30 de diciembre de 2004, cuando ya había comenzado a actuar la banda Callejeros, vio "un resplandor", tras lo cual comenzó a prenderse fuego el local y en su intento por abandonar el sitio, la gente la aplastó, hasta que fue socorrida por un pibe que la llevó fuera la discoteca.

En la descripción de las escenas de horror coincidió Luis Antonio, quien había concurrido al local con su hija adolescente y afirmó que una vez que comenzó el fuego "la gente se caía" y le "pasaban por encima", momento en que pudo advertir "montañas de chicos" apretujados en su intento de evacuación del local.

El testigo, de 47 años, al dar sus datos, se identificó como "comerciante de indumentaria", pero luego reconoció que, ocasionalmente, trabajó en seguridad de bandas musicales en distintos locales y eventos.

Por ese motivo ingresó esa noche -junto a un amigo y las hijas de ambos- sin pagar entrada, en lo que llamó una "cortesía" entre aquellos que "colaboran en seguridad en distintos festivales o recitales".

Bastante impreciso, el testigo dijo que concurría a hacer esos trabajos sólo cuando lo buscaban las bandas y que esas colaboraciones se las ofrecía un sujeto al que identificó como "Sergio" de quien dijo ignorar más datos pese a que, aseguró, eran quien le pagaba.

En este proceso -que comenzó el 19 de agosto último- los camaristas Raúl Llanos, Marcelo Alvero y María Cecilia Maiza, integrantes del TOC 24 ya llevan escuchados los testimonios de alrededor de 130 sobrevivientes y de dos decenas y media de peritos.