La zona euro continúa siendo el mayor riesgo para la economía mundial y el FMI recomendó que España y Grecia sigan realizando ajustes, a la vez que llama a los gobiernos a hacer más flexibles sus "cortafuegos" financieros. En ese sentido, el organismo destacó la formación del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) para intervenir en el sector bancario y apoyando los bonos soberanos, mientras los gobiernos trabajan "por una auténtica unión económica y monetaria".

Por otra parte, el organismo señala que aquellos países que tengan capacidad de maniobra deben suavizar sus ajustes en vista del escaso crecimiento y de que la inflación no es por el momento un problema. En el caso de las naciones periféricas de la eurozona, el FMI destaca las reformas estructurales que se han hecho, pero subraya que hacen falta más.

A los emergentes y en desarrollo, les recomienda mantener la capacidad mostrada hasta ahora para responder de manera flexible a los shocks con una fiscalidad saneada y con la inflación y el crédito contenidos.

En julio, las cifras eran 0,2 puntos porcentuales mejores para 2012 y 0,3 para 2013, y éstas a su vez marcaban un retroceso con respecto a abril, por lo que a medida que fue avanzando el año las dudas sobre la marcha en los países del euro y en Estados Unidos no han hecho más que empeorar.

Según el informe, gran parte del crecimiento estará impulsado por los países emergentes, que crecerán un 5,3 y un 5,6 por ciento en 2012 y 2013, respectivamente, pero, también aquí habrá un paro en el ritmo al que estaban acostumbrados. El alza en el volumen de comercio global será de un 3,2 por ciento este año, frente al 12,6 por ciento registrado en 2010.

El Fondo destaca que hay dos elementos clave en su informe que, de no cumplirse o no tener éxito, pueden variar por completo sus previsiones. Uno, que la zona euro active el fondo de rescate permanente (MEDE) y que inicie una serie de medidas creíbles para lograr una "unión bancaria y una mayor integración fiscal". El otro fundamento depende de Estados Unidos y sus medidas de ajuste fiscal y crecimiento.

El avance de la producción mundial seguirá siendo lento en las economías desarrolladas y el desempleo elevado en muchas partes del globo. China crecerá un 7,8 por ciento este año y un 8,2 por ciento el que viene (frente al 9,2% de 2011). A Brasil, que en 2010 tuvo una expansión del 7,5 por ciento, el FMI le pronostica este año apenas un 1,5 por ciento y un 4 por ciento el próximo.

En tanto, las perspectivas apuntan que la economía de Argentina mejorará un 2,6 por ciento en 2012 y un 3,1 por ciento el próximo año. En total, Sudamérica crecerá un 2,9 por ciento este año, según el organismo internacional.