22:59 › SEMANA DE MAYO

CFK: "Hemos forjado una nueva identidad democrática"

Ante una multitud reunida en la Plaza de Mayo, la presidenta Cristina Kirchner repasó los logros de los 12 años de gobierno kirchnerista y aseguró que "no se trata de irse o de quedarse, porque este es un proyecto colectivo y depende de ustedes que sea profundizado". En ese sentido, aseguró que "lo más importante que se puede dejar es la verdad, la memoria y la dignidad", porque "nadie podrá engañar al pueblo". La jefa de Estado se dirigió en varias oportunidades a los trabajadores y a los medios de comunicación, a los que les pidió que "no exacerben los ánimos" para que los ciudadanos pueden "decidir libremente" cuál será el próximo gobierno.

La presidenta subió al escenario poco después de las 18.30 y rodeada por gobernadores, ministros del Gabinete y artistas, cantó el himno nacional. Luego llegaron los cantos desde la plaza, que demoraron varios minutos el inicio del discurso. La jefa de Estado comenzó recordando la asunción del expresidente Néstor Kirchner doce años atrás y además de reiterar aquella frase en la que aseguró "no dejar sus convicciones en la puerta de la Casa Rosada", aseguró que aquel "discurso fundacional" dejó "otro concepto que adquiere dimensión simbólica doce años después. Él dijo que 'cambio' era el nombre del futuro".

"Él dijo que los dirigentes íbamos a ser juzgados por conductas, acciones, eficiencia, pero fundamentalmente por los resultados de los políticas que aplicáramos en el país y aquí estamos a 12 años", resaltó y señaló que otros dirigentes quieren volver a las políticas de los años '70 y '90, a quienes calificó como "los que quieren retroceder a un pasado de gobierno sin pueblo".

La jefa de Estado se tomó varios minutos para repasar las acciones de gobierno, entre ellas, la Cumbre de las Américas y la reestructuración de la deuda, finalizada durante su gobierno en 2010. "Hoy el 93 por ciento de los acreedores están dentro de la reestructuración de deuda soberana más importante de la historia del mundo, aunque quedaron aleteando afuera unos pocos buitres, que son poderosos y manejan medios de comunicación". En ese momento, recordó que "decían que íbamos a arreglar porque tenían secretos que iban a revelar" y repondió: "No tengo nada de qué avergonzarme, no tengo ninguna cuenta que me pueden descubrir, por el contrario le descubrieron cuentas en el exterior a otros".

También destacó los doce años seguidos de discusiones paritarias y Consejo del Salario, cuando aprovechó para dirigirse a las referentes de las centrales obreras: "Yo espero que a partir del 10 de diciembre, los mismos dirigentes sindicales pongan las mismas fuerzas y las misma injundia para defender los derechos que los trabajadores argentinos han conseguido en estos años". Y más tarde agregó que de no ser así, ella se encargaría, sin revelar desde que cargo o rol, de "decirles a los trabajadores que cambien de dirigentes".

En ese pasaje, la mandataria también se refirió a los medios de comunicación que describieron los momentos de bonanza económica como "un veranito" y subrayó: "Vamos por 12 veranos para la Argentina, queremos también el verano número 13".

En el último tramo del repaso de las acciones de gobierno, la jefa de Estado enumeró la obra pública, las universidades, los kilómetros de ruta, el satélite Arsat, la reestatización de YPF, Aerolíneas Argentinas, la asignación universal y remató: "No se trata de irse o de quedarse, este es un proyecto colectivo, no puede depender de una sola persona, depende de ustedes para que sea ejecutado, profundizado y llevado adelante".

Cristina hizo un paréntesis para referirse a la política de derechos humanos como una "contradicción insalvable" que el peronismo adeudaba respecto del juicio y castigo por los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura militar y reconoció la pelea de los integrantes de las organizaciones de Derechos Humanos: "A ellos y a ellas les debemos la memoria de los argentinos".

La presidenta señaló que "el movimiento peronista" mantenía una paradoja que debía ser reparada porque "de un lado había una víctima, jóvenes que se identificaban con Perón y Evita, y entre los victimarios había algunos que se decían o que eran de nuestro movimiento".

"Hemos forjado una nueva identidad democrática. Ya no se es democrático porque haya elecciones libres, porque se tenga que redistribuir los ingresos, los derechos humanos se han incorporado, forman parte de nuestra identidad, es patrimonio de la nación y orgullo de la patria", sostuvo la mandataria.

En ese sentido, consideró que hay personas "identificadas con sectores vinculados a la violación de los derechos humanos" que "no van a perdonar nunca" esa política de gobierno porque "se puede tener políticas entreguistas", pero "cómo explicas la tortura, la desaparición, que tiren gente al mar". En ese pasaje del discurso, la jefa de Estado también pidió que en los sitios de la memoria se puede leer una leyenda que diga "cómo puede ser que la prensa y los medios de comunicación pueden haber ignorado lo que pasaba en los centros clandestinos de detención".

En el cierre de su discurso ante la multitud que llegó a la Plaza, Cristina sostuvo que su gestión de gobierno "no ha sido fácil", pero consideró que "son las reglas de juego. Cuando venís a reformar el status quo y cambiar las cosas a favor de las mayorías, no esperes aplausos solo difamación y calumnias". Y señaló que "estos proyectos requieren tiempo". "No es ambición de poder, eso les quieren hacer creer a la gente, porque si cada cuatro años cambia todo es para que siga todo igual", agregó.

"Este proceso de transformación que lleva doce años debe ser profundizado, debe continuar y no se trata de continuidad o cambio. Los que quieren cambio que nos expliquen qué cambio quieren. Le pido a todos los hombres y mujeres de mi patria que cuidemos lo logrado, que nos ayuden a corregir los errores, hemos perdido cosas irrecuperables en el camino", proyectó la presidenta.

"Les pido que no tengan miedo. Muchos me miran, inquisidores, a los ojos, y me preguntan: '¿Qué va a pasar?'. Lo que ustedes quieran que pase, ustedes son los que están empoderados, ustedes son los que tienen los derechos", aseguró de cara a las elecciones de octubre.

Por eso, la jefa de Estado solicitó "estar atentos" para que "no nos vuelvan a poner anteojeras y nos hagan tirar del carro, porque lo que queremos es subir al carro, conducirlo nosotros". La presidenta consideró que "nadie podrá engañarlos", pero pidió que se piense: "¿No estamos un poco mejor que en 2003?".

"No tengo ninguna duda que la gente eligirá el camino del cambio y la transformación que hemos venido realizando en estos doce años. Tengo esa certeza porque nadie vota para atrás. Ahora escuchó que todos están de acuerdo con todo lo que hicimos, que no van a privatizar Aerolíneas Argentina ni YPF, cuando hace dos años decían otra cosa. Les recuerdo que cada vez que votamos una de esas leyes en el Congreso fue en absoluta soledad", concluyó.

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"Espero que los sindicalistas sigan pidiendo y luchando como lo han hecho durante estos gobiernos, porque si no yo les voy a decir a los trabajadores que cambien de dirigentes."
 
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