› DENUNCIAN LA VENTA DE TIERRAS DECLARADAS PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD Y CONSIDERADAS SAGRADAS POR LOS ABORíGENES

Pachamama en venta

El Consejo de Organizaciones Aborígenes de Jujuy (COAJ) denunció que las tierras donde se encuentra emplazado el monolito que simboliza el paso de la línea imaginaria del Trópico de Capricornio por Jujuy, se encuentran cercadas y en venta, y temen que no podrán realizar este año la fiesta del Inti Raymi, el 21 de junio, en ese lugar.

El monolito está ubicado a la vera de la ruta nacional 9, a la altura de la localidad de Huacalera, unos 100 kilómetros al norte de la provincia, en pleno corazón de la Quebrada de Humahuaca, declarada Patrimonio de la Humanidad el 2 de julio de 2003, por la UNESCO.

Natalia Sarapura, representante del Consejo manifestó que las comunidades de la zona de Inti Waira y El Perchel, organizadores del la Fiesta del Sol -Inti Raymi-, ya tuvieron problemas el año pasado con las personas que dicen ser las dueñas del terreno, actualmente cercado y custodiano, y a donde no se permite el ingreso.

La venta de la tierras, según la COAJ, figura en una página de Internet, siendo tres parcelas cuyo costo es de 120 mil dólares por los tres y 45 mil dólares por cada uno de ellos.

Desde hace decenas de años las organizaciones indígenas y cientos de turistas esperan la aparición del sol del día 21 de junio, organizando ceremonias de agradecimiento a la Pachamama cuando los primeros rayos iluminan las tierras de la Quebrada, con una historia de más de 10 mil años de asentamientos humanos.

El Inti Raymi o Fiesta del Sol, fue declarada de interés cultural por la Secretaría de Turismo y Cultura de la provincia, según una resolución del año 1999, mientras que la localidad de Huacalera fue declarada "Patrimonio Espiritual de los Pueblos y Naciones Originarias", por los indígenas de la provincia.

El solsticio de junio es el momento en que la tierra está en el punto más alejado del Sol, y la noche del día 20 es la más larga del año.

Los aborígenes jujeños desde las primeras horas de la noche del 20 de junio esperan el advenimiento del sol del 21, coqueando -masticando hojas de coca en estado natural- y a la mañana se bailan danzas tradicionales, agradeciendo y pidiendo al sol, por los dones recibidos, como una buena cosecha y la multiplicación del ganado.

Fuente: Télam

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