Sergio Salinas, abogado querellante en la causa por los abusos en el Instituto Próvolo de Mendoza, sostuvo que si bien es importante condenar a los responsables materiales de los hechos “es más importante denunciar la omisión de las instituciones eclesiásticas”. Puntualizó que esas instituciones “no hacen nada para prevenir que no ocurran los hechos”, al mismo tiempo que señaló que es necesario “terminar con la cultura del encubrimiento que permite que haya más víctimas y más impunidad”.

Salinas es integrante del Xumek, una Asociación para la Promoción y Protección de los Derechos Humanos, cuyos abogados representan a las víctimas de los abusos en el Próvolo. El abogado le dijo a Página/12 que se comunicó con la Fiscalía a cargo de la causa sobre los abusos en el hogar de Boulogne “para ofrecer nuestra colaboración en lo que se refiere a la denuncia por la omisión” en la que incurren los responsables de las instituciones en las que ocurren los abusos sexuales.

Sobre el segundo juicio oral por el Caso Próvolo, Salinas dijo que están “en pleno debate” en la causa que el Xumek llama “de omisión porque involucra a monjas y a directivos o empleados que tenían conocimiento de todo lo que sucedía, de los hechos aberrantes, y nunca hicieron nada para evitar que ocurrieran”. En algunos casos, como el de las monjas Kosaka Kumiko y Asunción Martínez, dos de las nueve mujeres imputadas, las denuncias hablan de una participación directa en los abusos.

En relación a la omisión Salinas señaló que si bien “es importante trabajar sobre la acción, sobre la autoría material del hecho, en términos sistemáticos es mucho más importante trabajar la denuncia de la omisión porque es ahí donde aparecen las estructuras institucionales que no hacen nada para evitar que los hechos ocurran”. Consideró que por esa razón “es importante trabajar sobre las alertas de prevención de las instituciones para que no ocurran los casos, se trate de un convento o de una escuela laica”.

Lo que hicieron fue “ofrecerle colaboración” al fiscal Marcelo Fuenzalida “para que no queden impunes las omisiones a las que las instituciones eclesiásticas están acostumbradas a mantener, en contra de lo que dicen los Comités de los Derechos del Niño y de la Tortura de las Naciones Unidas, que piden que termine esa cultura del encubrimiento, que permite más víctimas y más impunidad”.

A nivel internacional, el Xumek está trabajando “con la gente de Canadá, a través de ECA (Ending Clergy Abuse), una organización mundial en la cual somos representantes de Argentina y llevamos a Naciones Unidas el caso Próvolo”. Reciben ayuda de esa institución internacional “y a la vez estamos ayudando a visibilizar el caso de los 215 niños y niñas indígenas cuyos restos fueron hallados enterrados debajo de un convento”.

A partir del Caso Próvolo, el Xumek viene realizando una activa intervención a nivel internacional. En los primeros meses de 2020, la Secretaría de Litigio Estratégico Internacional de Xumek, elaboró un informe “sobre el incumplimiento, por parte de la Santa Sede, de las observaciones planteadas por el Comité contra la Tortura y el Comité sobre los Derechos del Niño” de la ONU. Eso significó la presentación en los fotos internacionales de “una serie de hechos sucedidos dentro de distintas instituciones de la Iglesia católica que se traducen en graves inobservancias de las normas vigentes a nivel internacional”.

La denuncia se centró en “la falta de colaboración por parte de las autoridades eclesiásticas” a la hora de realizar las investigaciones, tal como se mencionó en el informe difundido este año por la institución mendocina.