DEPORTES › EL EQUIPO DE ALVES CAYO 4-2 CON NEWELL’S EN EL PARQUE INDEPENDENCIA

Boca está de oferta estival

Con tres goles en 20 minutos, los rosarinos aprovecharon los regalos que le ofrecía su rival. Luego, el encuentro se hizo parejo y los visitantes descontaron con Palermo y Viatri. Pero otro error de Abbondanzieri posibilitó el cuarto gol de Bernardi.

Si Boca había dado síntomas de recuperación con su gran segundo tiempo ante Lanús, lo realizado ayer en los primeros 20 minutos ante Newell’s tiró todo por la borda. A sus crónicos problemas con las pelotas detenidas, en ese lapso le sumó errores de coordinación entre sus defensores y con los volantes, desconcentraciones llamativas en jugadores profesionales y una pasividad alarmante que invitaron a Newell’s a hacerse un festín. Por eso, el 0-3 de ese pasaje hasta le quedaba corto al marcador por las enormes diferencias entre uno y otro.

Lo de Newell’s era sencillo: lo primero que intentó fue tirarle centros al área, consciente de que con su potencial y con las dudas del fondo boquense, alguna chance iba a tener. Claro que ni el más optimista de los rosarinos podía suponer que tan rápido iba a tener resultados. Antes de los dos minutos, Dolci ejecutó un tiro libre para que Insaurralde, sin marcas, desviara la pelota para vencer al inmóvil Abbondanzieri.

A partir del 1-0, el equipo local manejó todos los tiempos desde los pies de Formica, sacando provecho de los enormes huecos que dejaba el fondo de Boca. Por eso, no resultó llamativo que llegara el segundo gol. Vangioni trepó por la izquierda y tiró un centro bajo que Paletta no pudo rechazar. Por eso, por detrás apareció a Achucarro para colocar su botín y alojar la pelota bien lejos de la estirada del arquero. A esa altura, los jugadores de Boca se miraban sin entender lo que sucedía. Y ni hablar luego de que Boghossian dejara pasar la pelota para que Formica se filtrara entre los centrales, recorriera treinta metros y definiera por entre las piernas de Abbondanzieri.

El tercer gol fue una especie de despertador para Boca, que por fin pudo hacer un poco de pie en la cancha. Claro que cuando quiso comenzar a jugar se encontraba con tres goles de desventaja y con un Newell’s muy confiado. Entonces, el juego se hizo entretenido, entre la insistente búsqueda de Boca y los temibles contragolpes de los locales. Y mucho más cuando Palermo convirtió el penal que Insaurralde le cometió a Gaitán. Estaba claro: o Newell’s acertaba el cuarto o Boca conseguía el descuento, mucho más cuando Alayes se fue expulsado.

Y lo primero que sucedió fue el descuento boquense, con una enorme definición de Viatri desde afuera del área. Allí Boca presionó con insistencia en busca del empate, tanto que generó dos ocasiones que controló bien Peratta. Sin embargo, otro regalo de Abbondanzieri, que primero le entregó la pelota a Bernardi y luego se dejó sorprender con un remate desde 35 metros, terminó con sus ilusiones. Para dejar en claro que con esas desatenciones defensivas no tiene chances de pelear arriba.

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Los rostros de los jugadores de Boca lo dicen todo. Un cachetazo duro en Rosario.
Imagen: Sebastián Granata
 
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