Una iniciativa de anular los descensos de Primera División de este año por parte de un grupo de clubes complicados para mantener la categoría levantó polémica, malestar en la AFA y el alerta de Agremiados de no empezar el próximo Clausura si se consuma esa movida.

El tema, que en principio los clubes gestores del cambio intentaron hablarlo en un famoso restaurante, llegó a oídos del jefe de la AFA, Julio Grondona, y pidió que se discuta la próxima semana en una reunión en la sede de la entidad. La idea habría sido preelaborada por dirigentes de San Lorenzo, Olimpo, Banfield, Newell’s, Unión y Tigre, todos comprometidos con los promedios, y hasta habían convocado a presidentes de otras instituciones a una reunión para ayer a las 11 en el restaurante El Mangrullo.

Ante ese rumor, desde Agremiados llegó la respuesta. “Si tocan una coma, el torneo no arranca”, advirtió el titular del gremio, Sergio Marchi, quien calificó de “mamarracho” los intentos de modificar sobre la marcha los reglamentos de un título. En el ambiente dirigencial apuntan a Carlos Abdo, de San Lorenzo, y Alfredo Dagna, de Olimpo, como promotores de la idea. Ante esa situación, el presidente de Lanús, Nicolás Russo, aseguró que su club “no está dispuesto a apoyar la movida”, y consideró que se trata más “de una expresión de deseos (de dirigentes) para quedar bien con los socios... como no podés cumplir suspendemos los descensos”, indicó el dirigente de Lanús. El que enseguida trató de despegarse de la movida fue Javier Cantero, titular de Independiente. “No he participado de ninguna reunión ni estoy alineado con ningún grupo de clubes por el tema de nuevos campeonatos o descensos. Mal podemos apoyar un proyecto que no conocemos”, resaltó Cantero.

La medida abarca también al tema económico, teniendo en cuenta que el 31 de enero, los clubes de Primera tendrán que mostrar sus libros contables, con los contratos y pagos a los jugadores e impositivas. Quien no cumple no podrá utilizar a sus incorporaciones.