DEPORTES › ATLETICO DE MADRID CAYO EN LA FINAL DE LA CHAMPIONS FRENTE AL REAL

Pagó el precio de especular

El equipo de Simeone, que se defendió espantosamente durante el segundo tiempo, saboreaba el triunfo y era todo alegría. Pero en el minuto 93, se lo empataron en una jugada de tiro de esquina y en el alargue lo remataron. Di María fue la figura en Lisboa.

 Por Facundo Martínez

Atlético de Madrid tenía todo listo para festejar en el estadio Da Luz de Lisboa. Había encontrado la ventaja con un cabezazo del uruguayo Diego Godín, a los 36 minutos de juego, y ahí nomás cerró filas en el fondo, le cedió la pelota a Real Madrid y se propuso aguantar las embestidas, al estilo espartano, cómo héroes aguerridos ante un oponente que, en su obsesión de conquistar su décima Champions League, se presentaba más sólido y ambicioso. El Atlético debió esperar 40 años para jugar una final del torneo más importante del continente europeo, y estuvo a sólo un minuto de lograr su sueño postergado. Fue un minuto fatal para el DT argentino Diego Simeone y para sus dirigidos y compatriotas José Sosa y Emiliano Insúa. Se jugaba el tercer minuto del descuento, Sergio Ramos se elevó entre los centrales del Atlético para conectar un cabezazo tremendo que se metió sobre el palo derecho del arquero Thibaut Courtois. El agónico empate llevó la definición al alargue, donde el sueño de Simeone y los suyos se desmoronó como un castillo de naipes.

El Flaco Di María había hecho todo bien durante los 90 minutos, pero le faltaba el gol. No lo hizo, pero le sirvió el segundo a su compañero Gareth Bale, a los 5 del alargue, que actuó más o menos como el golpe de nocaut para el Atlético de Madrid, cuyos jugadores parecían fundidos por el esfuerzo entregado durante ese segundo tiempo en el que se decidió a cederles la pelota a los dirigidos por Carlo Ancelotti. Grave error del entrenador argentino, quien tras la caída admitió (ver aparte) que lo ocurrido ayer “fue una enseñanza” de la vida. Los últimos dos goles fueron como tiros de gracia. Marcelo puso el 3-1 y Cristiano Ronaldo, de penal, el 4-1 final, que terminó siendo el precio que el Atlético de Madrid, flamante campeón de la Liga española, tras vencer en la última fecha y en una suerte de final a todo o nada, nada menos que al Barcelona de Lionel Messi, terminó pagando debido a su ambición remolona y corta.

La alegría de los jugadores de Real Madrid por la obtención de la décima Orejona parecía incontenible. Es cierto que Real Madrid no jugaba una final de Champions desde el año 2002, cuando derrotó al Bayern Leverkusen por 2-1, con una actuación superlativa del francés Zinedine Zidane, que ayer actuó como ayudante de campo de Ancelotti. Para el entrenador italiano también fue especial la conquista de ayer, ya que el título le valió el reconocimiento por convertirse en el segundo DT en conquistar tres veces la Champions League –en 2003 y 2007 lo había logrado con el Milan– detrás del inglés Bob Paisley, que las ganó con el Liverpool en 1977, 1978 y 1981.

Simeone terminó golpeado y enojado con Varane del Real Madrid, que le pegó un pelotazo y le despertó la fiera. Simeone se convirtió en el segundo DT argentino en perder una final de Champions al frente del Atlético de Madrid, detrás del Toto Lorenzo, cuyo equipo fue goleado 4-0 por el Bayern Munich campeón de 1974.

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Ramos levanta la Orejona junto a Marcelo y Di María, que se llevó el premio al mejor jugador de la final.
 
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