En tan sólo dos minutos, Lanús consiguió abrir y liquidar el marcador de su partido frente a Quilmes, al que terminó derrotando por 2-0, con goles de Romero, de penal, y Cabral, en contra. Todo ocurrió entre los 41 y 42 de la primera parte, el resto fue controlar el partido y cuidar el resultado que le permitió al equipo de los Barros Schelotto alcanzar a River en la cima del torneo de Primera División.

Después de unos primeros minutos bastante chatos, Quilmes y Lanús se propusieron un partido de ida y vuelta, entretenido a partir de las llegadas peligrosas de ambos conjuntos, que si no prosperaron fue debido a las fallas en la última puntada. Cierto es que a Lanús le costaba mucho menos llegar, porque presionaba bien arriba y planteaba el partido cerca del arco de Dulcich. Quilmes, en cambio, sumaba emociones cuando lograba aprovechar sus chances de contraataque.

El partido estaba armado hasta que Lanús pegó dos veces seguidas y dejó a Quilmes prácticamente en la lona. Una mano de Suárez en el área le permitió a Romero, a los 41, abrir el marcador de penal; y a los 42, Acosta remató sobre el cuerpo de Dulcich, éste logró desviar la pelota con los pies y Cabral, en una jugada desafortunada, se llevó por delante la pelota para meterla en su propio arco. Quilmes no bajó los brazos en la segunda parte y estuvo cerca del descuento, pero el bueno de Marchesín tuvo una buena noche y consiguió mantener el cero en su arco.