DEPORTES › MAXIMILIANO RODRIGUEZ TRANSMITE SU JUBILO POR JUGAR LA COPA DEL MUNDO

“Ahora que estoy adentro no lo puedo creer”

Cuando se especulaba con el posible cuadrado ofensivo para poder incluir a Lionel Messi en el equipo titular, el nombre a salir siempre era el mismo: Maximiliano Rodríguez. Menos pergaminos y fama que sus compañeros le quitaban posibilidades, al menos en la opinión del mundo del fútbol. Claro que ello no influyó en la decisión de José Pekerman, que lo sostuvo siempre entre los once y le dio la garantía de la titularidad. Con dos partidos en el Mundial, Maxi ya se ganó su lugar a partir de su polifuncionalidad, que le permite actuar en cualquier parte del mediocampo, e incluso llegar al gol. Tras su brillante tarea ante Serbia y Montenegro, con dos goles y una labor completa, el volante de Atlético de Madrid charló con Página/12 sobre una actualidad que le cuesta creer. “De chico uno se imagina que puede jugar un Mundial, convertir goles y todo ese tipo de cosas, aunque nunca como algo real o concreto. Más bien son ilusiones y sueños que uno tiene. Pero ahora que estoy adentro, no lo puedo creer.”

–Para muchos eras el jugador a salir para que entraran Riquelme y tres delanteros. ¿Cómo tomabas esas opiniones?

–Uno confía en sus condiciones, en lo que puede rendir y se prepara para eso. Luego uno espera tener una posibilidad en la Selección. Yo la tuve y acá estoy, feliz por rendirle al equipo. Mientras lo que yo haga les sirva al entrenador y a mis compañeros, lo que piensen los demás, sin ofender a nadie, me tiene sin cuidado y no me preocupa.

–¿Y con los goles? ¿Los imaginabas? ¿En qué pensaste?

–La verdad, no. Pero en ese momento sentís una alegría inmensa. Uno piensa primero en la familia, que debe estar muy contenta, por todos los sacrificios que hizo por mí, para que ahora pueda disfrutar de esto. Y después, en los compañeros, porque esto es un logro de todos.

–¿Se puede mejorar este rendimiento?

–Esperemos que no sea el techo, que podamos seguir mejorando. Es lógico que no todo nos va a salir como ante Serbia, pero hay que tratar de sostener el nivel. Sabemos que no vamos a hacer seis goles todos los partidos, pero lo que importa es jugar así y ganar.

–¿Por dónde pasaron las claves?

–Fuimos muy sólidos y muy contundentes. Se jugó sin bajones, el equipo nunca se vino abajo y siempre quiso ir a más. Se vio una Argentina increíble. También resultó clave convertir un gol temprano en los dos partidos. Eso te da tranquilidad y te abre un poco el juego, se consiguen espacios. Obligás al otro equipo a salir del fondo y a tener que atacar. Ahí entonces nosotros podemos hacer valer los jugadores que tenemos.

–Hasta ahora se los veía como un rival respetable, pero ahora pasaron a ser los grandes candidatos para todo el mundo. ¿Cambia en algo?

–No sé si somos el candidato de todos. Lo que sí tengo claro es que contra Serbia se nos dio todo, pero son pocos los partidos que se te van a dar así en un Mundial. Es fundamental que todos tengamos eso en claro. Y sé que todos deben decir lo mismo, pero nos tienen que creer que es lo que realmente pensamos. Sabemos que hay que seguir trabajando para que las cosas nos sigan saliendo bien.

–¿Cómo fue el ingreso al vestuario tras una actuación así?

–Fue un festejo mesurado. No es lo mismo que un partido común, por la adrenalina que significa un Mundial y que estás jugando una clasificación. Pero todo fue muy tranquilo porque el objetivo que tenemos es otro. Cumplimos un paso, nada más.

–Pero en el campo se los notó eufóricos, cantando con la gente. No pareció un festejo común.

–Es que te da muchas ganas. Por cómo es la gente argentina, que te alienta los noventa minutos, eso te genera muchas sensaciones. Por eso, lo que queremos nosotros es devolverle ese cariño con fútbol. Y después, también te da ganas de cantar con ellos.

–¿Y cómo se mantienen al margen de la euforia de la gente? En Argentina se desató una locura.

–Está bien, entiendo que sea así, pero nuestra idea es que la euforia quede de la puerta de la concentración para afuera. Para adentro, estamos muy tranquilos, porque sabemos para qué está el grupo y lo que pueda dar.

–¿Cómo toman el partido ante Holanda?

–Si bien los dos ya nos clasificamos, es un partido del Mundial. Seguro que no va a salir tan físico como hubiera sido si nos jugáramos el pase. Pero lo que no tengo dudas es que los dos vamos a querer ganarlo para ser primeros en el grupo.

–¿Ya elegiste el rival para octavos?

–Es probable que nos toque Portugal o México, pero como no se sabe todavía, no sirve mucho hablar de eso. Al final, es verdad lo que suele decirse: para poder salir campeón del mundo, hay que ganarles a todos. Y no hay ninguno fácil.

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“Fue un festejo mesurado. No es lo mismo que un partido común, por la adrenalina que significa un Mundial”, dice Maximiliano Rodríguez.
 
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