ECONOMíA › LA CGT ANALIZó LAS CONSECUENCIAS DE LA CRISIS

La mirada sindical

Representantes de 140 gremios evaluaron el impacto en la economía argentina. Reclamaron mantener el nivel de empleo y rechazaron “todo intento de devaluación social”.

 Por Martín Piqué

“Este es el momento en que debemos fortalecer el mercado interno.” Impulsada por la imprevisible crisis global, la CGT analizó las posibles consecuencias en las economía argentina. Tras la reunión del Comité Central Confederal, en la que participaron casi 240 congresales, la confederación sindical emitió un documento fijando su posición. En el texto coincidió en algunos puntos con la Unión Industrial Argentina (UIA), sobre todo en la defensa del nivel de empleo, pero también se manifestó su rechazo a “todo intento de devaluación social”. La última frase marcó cierto matiz con la patronal de la industria justo el mismo día en que su titular, Juan Carlos Lascurain, salía a reclamar una devaluación más marcada del peso para favorecer la competitividad. Sin embargo, la CGT y la UIA mostraron muchas más coincidencias que matices, como lo demostró la presencia de Gerardo Martínez, de la Uocra, en un encuentro organizado por los industriales para impulsar el “compre argentino”.

La convocatoria de la CGT a debatir los efectos de la crisis y las perspectivas económicas tuvo amplia respuesta: participaron representantes de unos 140 sindicatos. Encabezados por el secretario general, Hugo Moyano, los miembros del consejo directivo llegaron rápido a los acuerdos que se reflejaron en el texto que leyó el secretario de prensa, Héctor Daer. “No toleraremos intentos que pretendan socializar las pérdidas mientras se privatizan las ganancias”, era uno de los párrafos más fuertes. En la discusión se destacó el hecho de que en los últimos años el Gobierno no haya tomado en cuenta los consejos de los gurúes neoliberales. “Hoy estaríamos con bandera de remate”, reconoció uno de los asistentes.

La coincidencia ante los beneficios de la desconexión con el sistema financiero global derivó en situaciones impensadas. El mejor ejemplo lo aportaron el titular de Sanidad, Carlos West Ocampo, y el mandamás del gremio mercantil, Armando Cavalieri, dos emblemas de “los Gordos” que fueron claves en el sindicalismo de los ’90. Ambos hicieron discursos con un fuerte contenido antineoliberal. “Algunos tendrían que hacer la autocrítica”, los chicaneó después el secretario general de la Asociación de Personal de Organismos de Previsión Social (Apops), Leonardo Fabré. Desde el sitio de privilegio del salón, Moyano aprovechó el contrapunto para subrayar la heterogeneidad del consejo cegetista. “Esto demuestra que en la CGT se volvió a debatir. Ahora hay debate y pluralidad”, remarcó.

En la reunión también se habló sobre la agenda de reclamos pendientes. En particular, los dirigentes acordaron volver a presionar por la situación financiera de las obras sociales y el costo que significan las prestaciones de alta complejidad. Uno de los problemas, consideran los hombres de la CGT, es la afiliación de muchos monotributistas que usan los servicios de las obras sociales y tienen ingresos para contratar una prepaga. En la conversación también se acordó reclamar la anulación de una resolución del ex ministro de Economía Domingo Cavallo, que deriva una parte de la recaudación de las obras sociales al presupuesto general del Ejecutivo. “Se calcula que son 1700 millones de pesos los que tienen que ir a la Administración de Programas Especiales (APE) y hasta ahora sólo se le asignaron 960 millones”, planteó Daer.

Otra de las coincidencias generalizadas tuvo que ver con Brasil. Hubo elogios a las medidas de Lula da Silva y exhortaciones al Gobierno a seguir consensuando con el socio mayor las medidas económicas para tratar de minimizar el contagio de la crisis. “Las medidas protectivas para fortalecer el mercado interno hay que hacerlas en el marco de la relación estratégica con Brasil. Para que los excedentes de Brasil no nos afecten, pero tampoco para que las medidas unilaterales nuestras no sean tomadas como barrera hacia ellos”, relató a PáginaI12 uno de los asistentes.

La mención a Brasil incluso permitió que la CGT saliera a diferenciarse de la cruzada por una mayor devaluación. “Algunos economistas están planteando que la salida de la crisis es con menos salarios y gasto público en términos de dólar. Esto significa que lisa y llanamente todos seamos un poco más pobres. Nosotros planteamos alternativas diferentes. Como lo está haciendo Brasil, cuando libera los encajes y lo que hace es generar mayor liquidez y mayor flujo para el poder de compras”, aseguró el secretario de prensa de la CGT.

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Omar Viviani, líder de los taxistas, junto al camionero y titular de la CGT, Hugo Moyano.
Imagen: DyN
 
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