ECONOMíA › EL CANCILLER TIMERMAN PARTICIPó EN MéXICO DE LA REUNIóN PREPARATORIA DE LA CUMBRE DEL G-20

Reclamo para democratizar el FMI

Con una nueva condena a las políticas de ajuste y flexibilización, Argentina participa esta semana en los encuentros preparatorios de la cumbre presidencial de junio. El jueves es el turno de Marcó del Pont y Lorenzino.

Al participar en el encuentro de cancilleres del Grupo de los 20, que culminó ayer en Baja California, México, el ministro argentino Héctor Timerman indicó que “la principal falencia de la arquitectura multilateral es su rigidez en mantener una estructura diseñada para una realidad que ya no existe: el mundo de la posguerra y la Guerra Fría”. El canciller señaló la necesidad de “democratizar las instituciones”, vinculando en tal concepto a la Organización de las Naciones Unidas y a los organismos de crédito, como el FMI y el Banco Mundial, reclamando abrirlos a “la participación de diversos actores sociales en la discusión de los problemas de la agenda global”. El próximo jueves arribarán al mismo escenario el ministro de Economía y la presidenta del Banco Central, para integrarse con sus pares a una nueva reunión preparatoria de la próxima cumbre presidencial del G-20, prevista para junio.

Con la mirada puesta en Bruselas, donde se resolvía una nueva instancia del rescate financiero a Grecia a cambio de una profundización de las medidas de ajuste económico en este país, los cancilleres del G-20 discutieron sobre las reformas necesarias en los organismos internacionales para superar la actual crisis económica, que el presidente mexicano Felipe Calderón, que encabezó el encuentro, calificó como “una de las peores de la historia moderna”.

En este sentido, Timerman ratificó la ya habitual posición argentina en este foro, crítica respecto de las políticas de ajuste recomendadas por el FMI. “Mientras las recomendaciones que escuchamos de estos organismos siguen siendo las mismas, de responder a la crisis con más austeridad y a los problemas de desempleo con más flexibilidad laboral, los trabajadores y los ciudadanos en el mundo no perciben, mayoritariamente, estas soluciones como adecuadas”, planteó el canciller.

“Es necesario democratizar las instituciones y sus sistemas decisorios; en particular el doble estándar existente en el sistema de Naciones Unidas entre una Asamblea General en la cual cada país, grande o pequeño, tiene el mismo peso relativo pero sus votaciones no son vinculantes, y el Consejo de Seguridad, donde hay un grupo muy reducido de países que decide sobre los temas más delicados y en el cual cinco países tienen un veto que se impone sobre los deseos del resto del mundo”, explicó.

Timerman subrayó la “anomalía que representa para el sistema multilateral el hecho de que un país pueda desoír once resoluciones de la Asamblea General sin mayores consecuencias”. En este sentido, instó a sus pares a “promover las reformas necesarias para que la Asamblea General sea el órgano rector en las decisiones de Naciones Unidas”.

Sin embargo, consideró que “el déficit democrático excede a la relación entre estados y al debate sobre el Consejo de Seguridad; otros organismos como el FMI y el Banco Mundial también deberían ser reformados”. El canciller indicó que “es necesario ampliar la participación de diversos actores sociales en la discusión de los problemas de la agenda global”, y en particular destacó que “no se puede resolver el problema de la pobreza con recetas prescriptivas de países con una realidad muy distinta pero, fundamentalmente, sin la participación de los afectados directos tanto en el diagnóstico como en el diseño de soluciones a sus propios problemas”.

Aunque la agenda oficial del encuentro sólo mencionaba el tema a tratar como “fortalecimiento de las instituciones financieras internacionales”, tal cual la difundió el gobierno de México, la delegación argentina lleva mandato para reformular el debate en los siguientes términos: “La necesidad de reformas en los organismos internacionales para dar lugar a los intereses de los países en vías de desarrollo, contemplando el peso político y económico que tienen en la actualidad”.

En sus intervenciones durante las reuniones del jueves y viernes próximos, Hernán Lorenzino y Mercedes Marcó del Pont volverán a la carga sobre este punto, tratando de poner en evidencia la responsabilidad de las políticas orientadas por los organismos multilaterales en desencadenar la actual crisis.

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El canciller Héctor Timerman saluda al presidente mexicano, Felipe Calderón, en la sesión de ayer.
 
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