ECONOMíA › LAS CADENAS GRANDES RECHAZARON LA PROPUESTA DE OBLIGARLAS A CERRAR LOS DOMINGOS

Supermercados en veredas enfrentadas

Tras el pedido para que se reglamente el cierre obligatorio de los supermercados los domingos, ayer las grandes cadenas replicaron con la advertencia sobre el costo en materia de puestos de trabajo.

La disputa interna en la actividad supermercadista continúa sumando tensiones. Grandes supermercados lanzaron ayer un comunicado para criticar la propuesta de pequeños comercios para que el sector cierre el domingo. El argumento de Carrefour, Cencosud, Coto y otros grupos es que esta medida “llevaría aparejada la pérdida de empleo”. Esto se debería a que los hipermercados contratan trabajadores extra para cubrir la mayor demanda del fin de semana. Analistas dicen que la discusión de fondo es quién se apropia de la facturación dominical. Esta supera en un cincuenta por ciento a la del resto de los días.

La idea de que todas las empresas del sector, grandes y chicas, cierren sus puertas los domingos es de cadenas regionales y pequeños y medianos mercados. El antecedente es la ley provincial sancionada en junio en La Pampa, que precisa que “establecimientos comerciales que desarrollen actividades centradas en productos alimenticios y/o comercial general, y posean locales comerciales cuya superficie total sea superior a cincuenta metros cuadrados, de-sarrollen sus actividades de atención al público de lunes a sábado, entre las 7.30 y las 22.30, y los feriados, entre las 7.30 y las 14”. El objetivo, según referentes del mercado, es que negocios minoristas compitan en mejores condiciones con grandes cadenas, las cuales concentran parte importante del negocio los domingos.

Desde la cámara de hipermercados replicaron que el cierre dominical implicaría un retroceso de puestos de trabajo en el sector. Estimaciones apuntan que este segmento demanda cerca de 180.000 empleos directos. Más aun, el fin de semana los grandes centros de compra contratan empleados temporales para atender a un mayor número de clientes en relación con los que consumen de lunes a viernes. La diferencia de facturación no es menor. “Un domingo de flojas ventas equivale al promedio diario de los otros seis días multiplicado por 1,5”, dicen analistas.

Además de afectar el empleo, empresarios de este segmento indican que cerrar los domingos alteraría la dinámica y la costumbre del argentino. “Sería no escuchar a las familias que quieren seguir aprovechando la salida dominical como momento de esparcimiento y compras”, precisan. En diálogo con este diario, Juan Vasco Martínez, de ASU, entidad que agrupa a hipermercados, apuntó que la fuerte expansión del sector se explicó en parte por estas tendencias de consumo de la población. “Los shoppings y supermercados se extendieron porque a la gente le gusta salir de compras y lo viven como un momento de ocio. No fue espontáneo.”

A modo de conclusión, los grandes jugadores de la industria supermercadista mencionaron lo siguiente: “Las compras del domingo son parte de un plan recreativo y dinamizan otras actividades. Eso implica más consumo y más producción. Los supermercados contratan trabajadores para cubrir esos días, pagan un adicional y otorgan francos compensatorios. Tal vez en un pueblo chico puede funcionar el cierre los domingos, pero en las grandes ciudades es impensable, los tiempos que las familias tienen para hacer las compras en la semana o el sábado se han reducido”.

En la otra vereda aparecen los pequeños y medianos comercios que se agrupan en entidades como CAME, Apyme, CAS y FASA. Estos empresarios son los promotores de una ley para que el sector opere de lunes a sábado. Existen varios argumentos a través de los que presentan la propuesta. En un comunicado de la semana pasada, el sector precisó que es necesario recuperar la esencia del descanso dominical. “La tradición de compartir los domingos, la costumbre de comer en familia y diversas actividades son centrales para mantener y fortalecer el vínculo familiar”, apuntaba el texto. También replicaron la táctica de venta de los hipermercados. “La gran superficie tiene la estrategia de vender lo que el consumidor necesita y algo más. Los domingos se va a pasear y se adquieren más cosas de las necesarias”, criticaron comercios regionales.

Más allá de estos argumentos, uno y otro bando, lejos de priorizar el derecho al descanso o el nivel de empleo, se disputa la importante tajada de la facturación dominical.

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Las compras del fin de semana, en disputa entre chicos y grandes.
Imagen: Rafael Yohai
 
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