ECONOMíA › EL GOBIERNO VOLVIó A AMENAZAR A LAS DISTRIBUIDORAS, LAS CUALES SE MUESTRAN DESBORDADAS FRENTE A LOS CORTES

Edesur y Edenor sin respuestas y en la mira

El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, responsabilizó una vez más a las empresas, aseguró que recibirán multas y reiteró que se evalúa la posibilidad de transferir el control a la Ciudad y a la provincia de Buenos Aires. Rechazo del PRO.

 Por Fernando Krakowiak

Los cortes de luz se multiplicaron ayer en Capital Federal y Gran Buenos Aires durante otra jornada de fuerte calor. En algunos barrios las interrupciones en el servicio se vienen produciendo a diario desde hace quince días, ante la falta de respuesta de las distribuidoras eléctricas. En la ciudad de Buenos Aires, los vecinos volvieron a protestar en Mataderos, Lugano, Constitución, Pompeya, Flores, Floresta, Caballito, Villa Pueyrredón, Paternal, Villa del Parque, Almagro, Villa Crespo y Palermo. El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, responsabilizó una vez más a Edesur y Edenor, aseguró que multarán a las empresas y reiteró que entre las opciones que se están evaluando se incluye la posibilidad de transferir el control del servicio a la Ciudad y la provincia de Buenos Aires. “Es una hipótesis de trabajo”, respondió. El vicepresidente de la Legislatura porteña, Cristian Ritondo, adelantó que si el Gobierno avanza con esa idea el macrismo se opondrá. “No es conveniente aceptar el servicio porque se están sacando un problema de encima. Y además con empresas como Edesur que dejan mucho que desear”, afirmó.

Las quejas reiteradas que los vecinos vienen expresando a través de los medios de comunicación y los cortes de calles dan cuenta de un problema en el suministro eléctrico que va más allá de los “casos aislados” que reconocen las empresas, aunque es difícil precisar su alcance porque ni las distribuidoras ni el Ente Regulador de la Electricidad (ENRE) dieron cifras precisas sobre los cortes. Durante las últimas dos semanas, Edenor y Edesur han venido interrumpiendo el servicio de modo sorpresivo en distintas zonas del área metropolitana sin explicarles a los damnificados cuál fue el problema y cuánto tiempo podría demandar su resolución. Cuando los usuarios realizan el reclamo, la respuesta de las empresas es que el inconveniente continúa pendiente y que están trabajando en el tema. El call center que montó el Gobierno ayuda a las compañías a receptar los pedidos, pero no ofrece una solución porque la misma sigue dependiendo de Edesur y Edenor.

En los últimos años, las distribuidoras se limitaron a realizar tareas de mantenimiento y a incrementar la potencia de sus redes para hacer frente al crecimiento promedio del consumo. Por lo tanto, cada vez que hay un pico de demanda como el de estos días se producen cortes y entonces responden con la misma lógica con que operan los bomberos. Tanto Edenor como Edesur informaron que reforzaron sus cuadrillas con personal adicional contratado en los últimos días, pero igual se encuentran desbordadas, fundamentalmente en el área de concesión de la firma controlada de manera indirecta por la italiana ENEL, donde se concentran la mayoría de las protestas.

En Mataderos ayer explotó una subestación de Edesur y varias manzanas del barrio quedaron sin luz, lo que derivó en un corte de calle en Alberdi al 6900. Por la noche, en Caballito, otra zona de Edesur, el paisaje era desolador, con decenas de manzanas sin luz y cortes de calles y fogatas en varias esquinas, como Alberdi y Centenera, Rivadavia y Río de Janeiro, Rivadavia y Rojas y Rivadavia y Emilio Mitre. Situaciones similares se repitieron, por ejemplo, en Almagro, Villa Crespo y Flores, donde los cortes están lejos de ser “puntuales”. En varios distritos de la provincia de Buenos Aires, la situación es similar, pero los apagones no tienen tanta repercusión porque hasta allí no siempre llegan los móviles de la televisión. En la localidad de Gerli (Edesur) y en Ciudadela (Edenor) los vecinos denunciaron ayer cortes que ya llevan más de 30 horas ininterrumpidas.

“Las empresas tienen que resolver rápidamente los problemas que demandan los usuarios”, volvió a exigir ayer el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich. El ministro de Planificación, Julio De Vido, se expresó en el mismo sentido: “Primero, que resuelvan lo más importante y después nos vamos a sentar a discutir a ver cuáles son las obras que se hicieron y cuáles se tenían que hacer”, afirmó. El problema es que las empresas siguen sin resolver esos problemas y hasta el momento la única respuesta oficial, más allá del call center, ha sido amenazarlas con multas o con la estatización del servicio.

El jefe de Gabinete también afirmó que podrían ceder la competencia del control a la Ciudad y la provincia de Buenos Aires. El ministro de Planificación, Julio De Vido, se refirió a esta posibilidad anoche a través de un comunicado. “Sería lógico, justo y pertinente porque las empresas (Edenor y Edesur) son prestatarias de servicios exclusivamente en ambas jurisdicciones”, aseguró. No obstante, ésa no pareciera ser la mejor opción para el usuario según el propio De Vido reconoció al hacer referencia al caso del subte en ese mismo comunicado. “Cabe mencionar que desde que el servicio de subterráneo fue transferido a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la tarifa se incrementó un 130 por ciento, no hubo mejora alguna en la calidad del servicio y el costo del pasaje expulsó a miles de usuarios que debieron ser absorbidos por el transporte urbano de colectivos, que es subsidiado por el Estado nacional”, aseguró.

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Las cuadrillas de las distribuidoras no dan abasto frente a los reclamos de los vecinos.
Imagen: DyN
 
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