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Los muchos méritos para extrañar

Alejandro Rofman *

“Un luchador incansable”

Guardo un muy valioso recuerdo de su figura, defendió ideas a las que nunca renunció. Con una muy sólida convicción y formación académica, fue el primero que estudió cómo las políticas de promoción beneficiaban a grandes empresas sin ser un aliciente para reinvertir las utilidades. Me tocó defender su persona en el Conicet, cuando había quienes querían descalificarlo por no poseer un título de doctorado en una universidad del exterior. Grupos con una visión muy estrecha, que se valían más de los papeles que de su excelencia. Junto a compañeros que no hace mucho se fueron, como Jorge Schvarzer y Hugo Nochteff, fueron valiosos e incansables luchadores por los derechos de los más desprotegidos.

* Economista del Plan Fénix.


Abraham Gak *

“Hizo siempre lo que quiso”

Siento una gran pena. Era un fumador muy empedernido, siempre temí que se vaya más temprano que tarde. Daniel tenía un profundo sentido del humor, una ironía única. Y al mismo tiempo una rigurosidad impresionante en su razonamiento, en los datos, en la información. Siempre me dio la sensación de que él hizo lo que le gustaba, todo lo que hacía era porque quería, alguien que vivía plenamente cada cosa que hacía. A nosotros en el Plan Fénix nos acompañó desde el comienzo, cuando estábamos solos. Eran reuniones muy largas y él debía levantarse y salir para poder fumar, aunque con el tiempo fue demorando sus salidas, creo que le empezó a dar pudor. Sus aportes, siempre extraordinarios.

* Director del Plan Fénix.


Pablo Manzanelli *

“Un padre con los jóvenes”

Un tipo que te adoptaba como un hijo. Un formador de jóvenes desde un punto de vista militante, porque lo que quería él es que hubiera gente con pensamiento crítico. Y todo de forma desinteresada, porque Daniel era una persona con una generosidad invalorable, poco frecuente. Para mí era como un segundo padre, muy cariñoso, muy transparente. Quiero destacar su humildad, él se paraba de igual a igual, aunque claramente no lo era. Nos enseñaba la importancia de ser humilde y tener los pies sobre la tierra. Con esa lógica te juntabas a trabajar y aprendías. Buscó formar gente que continúe lo que él hizo para resolver los grandes problemas del país. Eso sí, con un sentido del humor del carajo, permanente, no podías estar con él sin reírte.

* Investigador de Flacso.

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