“La Argentina podría ser la Arabia Saudita de los alimentos”, señaló ayer el vicepresidente del Banco Hipotecario, Mario Blejer, en referencia a la potencialidad que tiene la agroindustria, comparable con la producción de petróleo de ese reino. La segunda jornada del Coloquio de IDEA contempló un debate sobre las principales tendencias de la situación internacional y el aporte de los sectores estratégicos de la economía local bajo el actual contexto internacional. “El factor clave de la agroindustria es el tema de la seguridad alimentaria global. Se habla mucho de largo plazo y en este campo es donde la Argentina puede jugar un rol fundamental”, explicó Blejer. El panel fue compartido por el director del Departamento de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, Andrés López, y el titular de la consultora Abeceb.com, Dante Sica, quienes analizaron el aporte de los distintos sectores exportables.

Blejer destacó que la Argentina representa la mitad de las exportaciones globales de harina de soja, con más del 60 por ciento de las ventas, y en biodiésel, con más del 50 por ciento. No obstante, dijo que el objetivo es seguir agregando valor, ya que las plantas procesadoras del poroto de soja están trabajando al 65 por ciento de su capacidad instalada. “China es nuestro principal cliente en porotos, pero es competidor en harina de soja. Esto significa exportar materia prima sin valor agregado”, detalló.

Sica analizó el aporte desde el lado industrial, más específicamente del sector automotor. “La mejora en la distribución del ingreso en la Argentina y en Brasil implicó un cambio positivo también en la demanda automotriz”, datalló el analista, quien estimó que entre ambos países generan un polo, el cuarto a nivel mundial, que podría alcanzar a los 5,3 millones de unidades vendidas en 2015. Esto requerirá que las firmas en el país lleguen a vender un millón de vehículos al año, pues Brasil apuesta a llegar a 4,3 millones. El economista insistió sobre la falta de un régimen automotor como el brasileño, lo que hace que la Argentina se esté quedando atrás en materia de inserción en América latina.

En tanto, López reflexionó sobre el aporte del sector servicios en términos de empleo, participación en el PIB y en las exportaciones. “Por unos 1500 millones de dólares supera a lo que aporta turismo y casi iguala a lo generado por las exportaciones tradicionales, aunque no todas pasan por la balanza de pagos”, sintetizó. Por su parte, el economista Ricardo Arriazu, en un panel anterior, aseguró que los países emergentes salieron beneficiados del actual contexto internacional, al tiempo que criticó a las economías desarrolladas por “no haber establecido en épocas de bonanza una tasa de ahorro mundial”.