EL MUNDO › EL DEPUESTO PRESIDENTE HONDUREñO VISITó BRASIL PARA SUMAR APOYOS EN SUDAMéRICA

Zelaya y Lula le pidieron más firmeza a Obama

Recibido con honores de jefe de Estado, Zelaya le pidió a Lula intensificar sus esfuerzos para doblegar a los golpistas. Y ambos coincidieron en pedirle a Estados Unidos una postura más firme al respecto. El mandatario hondureño visitará a Bachelet.

El presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya, se reunió ayer en Brasilia con su homólogo Luiz Inácio Lula da Silva en lo que fue una etapa más de su ofensiva diplomática regional contra el golpe de Estado en su país. Recibido con honores de jefe de Estado, Zelaya le pidió a Lula intensificar sus esfuerzos para doblegar a los golpistas. Y ambos coincidieron en pedirle a Estados Unidos una postura más firme al respecto. “Agradecemos el esfuerzo norteamericano en favor la restitución de Zelaya, pero las acciones adoptadas hasta ahora fueron tibias y por lo tanto no fueron suficientes”, señaló el presidente brasileño. “Estamos convencidos de que el presidente Obama puede tomar medidas más enérgicas en los rubros económicos, comerciales, migratorios y hasta en relación con diversos tratados económicos que tiene con Honduras”, agregó a su turno el mandatario centroamericano.

Para Zelaya, si los países de la región se comprometen a no reconocer los resultados de unas eventuales elecciones convocadas por el régimen de facto, el gobierno dictatorial de Tegucigalpa tendría las horas contadas.

“Estoy hablando con muchos presidentes para buscar estrategias a ser consideradas en la OEA. Una de ellas es el no reconocimiento de elecciones realizadas en un régimen de facto”, precisó el hondureño.

A Brasilia el hondureño llegó desde Quito, donde precisamente en la reunión de la Unasur los países miembros adhirieron a esa postura. Ayer, el canciller de Lula, Celso Amorim, la confirmó. “La Unasur adoptó esa posición y hoy el presidente Lula la ratificó. Brasil no aceptará elecciones provenientes de un Estado ilegal”, dejó en claro el jefe de la diplomacia brasileña. “Los golpistas deben entender que no tienen futuro y que el retorno de Zelaya debe ser inmediato e incondicional. En la medida en que se demora su regreso al poder, la capacidad de legitimar las elecciones previstas para noviembre se va debilitando”, agregó Amorim.

La gira de Zelaya busca no sólo lograr una mayor presión regional a favor de su restitución, sino hacer que ésta sea más eficaz. Su paso por Brasil forma parte de un esfuerzo por afianzar los contactos con aquellos gobiernos latinoamericanos que tienen mejor llegada a la Casa Blanca, y, en esa línea, antes pasó por México y hoy irá a Santiago de Chile, donde se reunirá con la presidenta de ese país, Michelle Bachelet.

Por eso, ayer Zelaya procuró seguir apostando a la vía diplomática de las negociaciones como su mejor arma, y, a pesar de que las semanas pasan, insistió con la propuesta de mediación del presidente de Costa Rica, Oscar Arias. “Estados Unidos está comprometido con el Plan Arias. Incluso fue una iniciativa de la secretaria de Estado Hillary Clinton. Y no creo que Washington quiera poner su prestigio y su poder en juego permitiendo que el plan no dé resultados. Yo ya cedí todo lo que podía”, explicó, tras lo cual agregó que espera volver a tener acceso al Departamento de Estado en los próximos días. “Fui invitado por la secretaria Clinton para viajar a Estados Unidos y discutir la situación en Honduras. Espero poder hacerlo en las próximas semanas, pero por el momento no tenemos nada confirmado”, señaló Zelaya.

Sobre el final de la conferencia de prensa conjunta, el canciller Amorim completó las palabras del derrocado mandatario y dijo que la clave es unir la fuerza y la legalidad como la llave para resolver la crisis. “Es necesario unir el poder efectivo de Estados Unidos y el poder de derecho de la OEA para que se entienda que los golpes militares no tienen más lugar en la región”, lanzó el brasileño.

Según el politólogo brasileño Pedro Paulo Funari, de la Universidad de Campinas (Unicamp), la visita de Zelaya tiene sobre todo un peso simbólico, ya que los respaldos políticos no son eficaces para convencer a los golpistas de Honduras que devuelvan el gobierno al presidente constitucional. Para Funari, la clave será seguir insistiendo con las sanciones económicas. “ro si las acciones en el terreno económico son coordinadas, no pueden sobrevivir.”.

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Los presidentes de Honduras (izq.) y Brasil reclamaron a Washington medidas más enérgicas para revertir el golpe en el país centroamericano.
Imagen: AFP
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