EL MUNDO › EL PRESIDENTE SIRIO DIO UN DISCURSO SIN CONCESIONES Y DENUNCIANDO UNA CONSPIRACIóN

El giro a la línea dura de Bashar Assad

Para el heredero de Hafez, la vida es simple: hay una conspiración mundial para derrocar su dinastía después de medio siglo en el poder, capitaneada por los canales de cable. Y no se levanta el estado de emergencia.

 Por Patrick Cockburn *

Horas después del discurso de ayer del presidente Bashar Al Assad, más de cien personas salieron a las calles de la ciudad portuaria de Latakia para protestar y gritar “¡Libertad!”. Los residentes dijeron haber escuchado disparos en el barrio viejo de Al-Sleibeh, mientras las fuerzas de seguridad enfrentaban a los manifestantes. Los grupos opositores están convocando a más protestas para después de las plegarias del viernes. El gobierno, que finalmente no levantará el estado de emergencia, intensificará las medidas de seguridad para impedir más movilizaciones.

El discurso de Assad ofreció poco en términos de concesiones. No satisfizo las demandas de los manifestantes ni les dio la impresión de que se esté debilitando el poder que él y su familia ostentan. En su primera respuesta a la crisis, Assad denunció una “gran conspiración” contra Siria que estaría comandada desde el exterior, aunque no reveló quién está detrás del supuesto complot. “Esta conspiración es diferente en su forma y en el momento elegido de lo que ocurre en otras partes del mundo árabe”, sostuvo.

La oposición esperaba que introdujera reformas, como la supresión del estado de emergencia vigente desde 1963. El estado de emergencia reduce las libertades públicas, permite la detención de toda persona “sospechosa o que amenace la seguridad” y autoriza la vigilancia de las comunicaciones y el control previo de la prensa. La supresión de esta norma es competencia del Parlamento, pero el levantamiento de la medida es prerrogativa exclusiva del jefe de Estado. “No buscamos batallas. Si nos imponen una, bienvenida sea”, dijo el presidente por televisión. Entre los que acusó de provocar la violencia estaban los canales satelitales.

El discurso de Assad se produjo un día después de que renunciara la totalidad del gabinete de Naji Al-Otari, primer ministro desde 2003, que permanecerá en su cargo hasta que sea definido el nuevo equipo gubernamental. Sin embargo, desde la oposición dijeron que sólo eran cambios cosméticos, porque el poder está concentrado en el presidente.

Pueden haber serias divisiones entre los líderes sirios acerca de cómo responder a las protestas. La consejera de Assad Bouthaina Shaaban afirmó la semana pasada que se había formado un comité para estudiar una serie de reformas, inclusive el levantamiento del estado de emergencia. A pesar de eso, nada indica que vaya a restringirse el poder del aparato de seguridad que gobierna Siria desde hace tanto tiempo.

Si el régimen sirio quedara seriamente debilitado por el levantamiento e incapacitado de controlarlo, habrá un cambio radical en el balance de poder en el Medio Oriente. Los derrotados serán: Irán, ya que Siria es uno de sus aliados confiables en el mundo árabe; el Hezbolá en Líbano, que depende del aporte sirio, y el movimiento Hamas en Gaza, que está acostumbrabo a usar a Damasco como base. Al menos en el corto plazo, Israel y Estados Unidos serán los que saldrán ganando.

En su discurso, Assad reconoció que el pueblo sirio tiene demandas insatisfechas. “Si seguimos sin una reforma, estaremos en el curso de la destrucción.” Pero parece que él está pensando reformar el modo en el que el régimen opera, pero no está analizando ninguna reducción de su autoridad. “Decimos a quienes piden reformas que nos retrasamos en su aplicación, pero pronto comenzaremos. Las prioridades son la estabilidad y la mejora de las condiciones económicas”, aclaró. Según el mandatario que gobierna desde 2000, algunos manifestantes fueron engañados para que salieran a las calles, mientras que otros sí tienen pedidos legítimos.

Estados Unidos volvió a criticar a las autoridades de Damasco. Esta vez, el portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner, dijo que Bashar no estuvo a la altura, con su discurso, de las reformas que el país necesita. Según el vocero estadounidense, el mensaje del presidente sirio sólo causó decepción entre la población.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

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Assad en Damasco, mostrando su popularidad, mientras la policía abría fuego en el puerto de Latakia.
 
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