EL MUNDO › NUEVA MANIFESTACIóN PARA EXIGIR REFORMAS EDUCATIVAS EN CHILE

Los estudiantes van marchando

Según los organizadores, treinta mil personas salieron a la calle a protestar por la educación en Chile. Los jóvenes retoman la iniciativa política tras el accidente aéreo que enlutó al país. Duras negociaciones con el gobierno de Piñera.

 Por Christian Palma

Desde Santiago

Después de dos días calurosos en Santiago, este miércoles amaneció un poco más fresco, como si la menor temperatura presagiara lo mismo que ha ocurrido en torno de la discusión de la educación en Chile durante las últimas semanas, luego del accidente aéreo en Juan Fernández que remeció al país. El movimiento estudiantil tomó aire y ya se prepara para seguir negociando con el gobierno de derecha de Sebastián Piñera.

Ayer, la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) convocó a una nueva marcha, un poco para medir fuerzas y otro poco para demostrar que el movimiento sigue potente. Estaba claro que la muerte de los 21 pasajeros de la aeronave siniestrada en el archipiélago, entre las que se contaba el popular animador de la TV chilena Felipe Camiroaga, y la proximidad de las Fiestas Patrias chilenas restaría adherentes a la marcha que comenzó a las 11 de la mañana en la Universidad de Santiago.

Para los que han seguido el tema, era obvio que la apuesta de los estudiantes era arriesgada, pues el foco de atención de la opinión pública se concentró en el duelo nacional. Sin embargo, poco a poco, los estudiantes cumplieron. Según los organizadores, 30 mil jóvenes salieron a la calle a protestar por la educación en Chile. Se vieron pocos adultos y familias enteras como en otras ocasiones, es cierto, pero las banderas, carteles, lienzos e insignias de las facultades, universidades y colegios otra vez dijeron presente. El día, laborable, no fue impedimento para que una vez más la ciudadanía se expresara y el grito de guerra “y va a caer la educación de Pinochet” retumbara en las más de diez cuadras que tuvo la fila humana, entre otros cantos irreproducibles y muchos tambores de fondo.

Al final de la marcha, en un escenario donde se presentaron diversos músicos nacionales, Camila Vallejo, la presidenta de la Federación de Estudiantes de Chile, volvió a exigir que las autoridades cumplan las demandas de una educación pública gratuita y de calidad, además de terminar con la lógica del mercado en el sistema.

“Este movimiento no ha perdido unidad, sigue vivo, no ha perdido la transversalidad que ha tenido... Si bien queremos dialogar con el Ejecutivo, no dejaremos de estar movilizados. El gobierno ha mantenido sus propuestas de manera intransigente; sin embargo, nosotros queremos debatir, es necesario para conseguir avances, pero si al final del día esto no prospera, nosotros seguiremos adelante y no abandonaremos nuestras demandas y el gobierno tendrá que hacerse responsable de las consecuencias de sus respuestas. Nosotros queremos avanzar y trabajar, pero no abandonaremos las demandas”, sostuvo.

Reconoció además que “esta lucha no ha sido nada fácil. Muchos de nosotros llevamos más de cuatro meses movilizados a pesar de que nos han ninguneado y amenazado con la no entrega de becas. Pero no podemos caer en el juego de las divisiones, tenemos que mantener la convicción del movimiento. A eso estamos llamados”.

En ese sentido, Camila Vallejo confirmó que la próxima semana –una vez que pasen las festividades nacionales– se realizará un paro nacional, el cual en principio se efectuaría el jueves 22 de septiembre.

Al inicio de esta semana, los estudiantes entregaron una contrapropuesta al gobierno de Piñera, donde piden cuatro garantías: congelar proyectos de ley de educación enviados por las autoridades al Congreso; transparentar el debate por televisión; definir el fin del lucro privado en el uso de recursos públicos y extender el semestre académico para que los estudiantes no pierdan sus becas estatales.

La movilización de ayer apunta a la respuesta que debería dar hoy o mañana el gobierno, aunque no ha sido claro en entregar fechas, lo que podría extender la discusión.

La jornada se unió al paro de 48 horas que realizaron los funcionarios de la salud municipalizada contra el lucro que acusan del sector privado en el sistema público, siendo éste otro tema que poco a poco está emergiendo en los sectores críticos al modelo económico chileno y al gobierno de Piñera, que se rehúsa a cambiarlos estructuralmente.

A esa hora, el presidente Piñera consideraba “una paradoja que mientras tantos chilenos nos esforzamos y trabajamos desde muy temprano hasta muy tarde para construir un país mejor, para levantar Chile, haya otros que hagan justamente lo contrario y que también se esfuerzan, pero para destruir Chile, para causar dolor, sufrimiento, incendiar escuelas, atentar contra carabineros y otros ciudadanos”.

Sin embargo, la intendenta de Santiago, Cecilia Pérez, calificó en forma positiva la marcha. “Más importante que la de hoy sea la tercera marcha estudiantil que, de manera consecutiva, se realiza pacíficamente y respeta el recorrido autorizado, aquí lo urgente es otro tema: el mismo diálogo constructivo y liderazgos responsables que los dirigentes demuestran al coordinar cada movilización ya es hora de que los pongan al servicio de mesas de trabajo que mejoren la educación chilena”, destacó Pérez a través de un comunicado.

La movilización concluyó pasadas las 13 y sólo se registraron incidentes menores en las inmediaciones, que terminaron con diez personas detenidas.

La de ayer fue la marcha número 98 en lo que va del año en Santiago.

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Los estudiantes chilenos coparon ayer el parque Almagro de la capital.
Imagen: Rolando Andrade
 
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