EL MUNDO › AL MENOS ONCE MUERTOS EN LA SEGUNDA NOCHE DE MANIFESTACIONES CONTRA LOS MILITARES

Protestas y matanza en plaza Tahrir

Las víctimas fueron alcanzadas por balas de plomo o murieron asfixiados por el efecto de los gases lacrimógenos. El gobierno egipcio aseguró que 21 oficiales y 59 agentes de la Fuerza de Seguridad Central sufrieron heridas.

Las manifestaciones regresaron a la Plaza Tahrir por segunda noche consecutiva. Miles de egipcios se volcaron a las calles y fueron brutalmente reprimidos por las fuerzas de seguridad, dejando un saldo de al menos 11 personas muertas, que fueron alcanzadas por balas de plomo o murieron asfixiadas por el efecto de los gases lacrimógenos. El gobierno egipcio, a su vez, aseguró que 21 oficiales y 59 agentes de la Fuerza de Seguridad Central sufrieron heridas en los enfrentamientos. Los choques se produjeron a siete días de las primeras elecciones legislativas desde que el presidente Hosni Mubarak renunciara a su cargo, empujado por las protestas que iniciaron, en febrero pasado, la Primavera Arabe (la mayor revuelta en el mundo islámico en décadas). Los mensajes y consignas hostiles estuvieron dirigidos principalmente al poder militar que gobierna el país desde la salida del mandatario egipcio del gobierno. En un reclamo unánime, el pueblo egipcio exigió la inmediata renuncia del mariscal Hussein Tantauí –militar septuagenario y ex ministro de Defensa de Mubarak durante veinte años–, quien encabeza el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA), y dirige el país desde que Mubarak fuera expulsado del poder.

Mientras la noche caía en El Cairo, la policía chocaba con los manifestantes por el control de la emblemática Plaza Tahrir, foco de la revuelta popular que provocó la salida del poder del mandatario egipcio.

Previamente, la policía antidisturbios y la policía militar habían ingresado a la plaza desde el centro de la capital, antes de ser empujados hacia las calles laterales por la presencia de los manifestantes que plantearon, durante toda la jornada de ayer, una fuerte resistencia en cada punto de la ciudad, lanzando bombas molotov que fueron repelidas por los gases lacrimógenos y balas de gomas que dispararon las fuerzas de seguridad a diestra y siniestra.

Más de medio centenar de personas fueron detenidas en una serie de redadas organizadas por la policía en una ciudad prácticamente sitiada. Otras manifestaciones similares se vivieron en ciudades como Suez, Qena y Asiut. “El Consejo de las Fuerzas Armadas continúa la política de Mubarak, nada ha cambiado después de la revolución”, señalaba Jaled, un joven de 29 años, mientras instalaba una carpa en el corazón de la Plaza Tahrir. Decenas de personas mostraban en sus manos, a modo de denuncia, las latas de gases lacrimógeno y cartuchos de escopetas disparados a discreción por la policía. Otros tantos barrían la plaza sembrada de escombros utilizados como proyectiles contra las fuerzas de seguridad.

Durante la jornada de ayer, la zona céntrica de El Cairo fue lo más parecido a un escenario de guerra. En este contexto, la jefa de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Catherine Ashton, se comunicó con las autoridades egipcias y los invitó a que respetaran los derechos humanos de los manifestantes y a que escucharan las demandas de los ciudadanos. La funcionaria de la UE condenó además el uso indiscriminado de la violencia. “La ley y el orden deben ser defendidos de forma respetuosa con los derechos humanos”, aseguró Ashton.

Ya en la noche del sábado, el accionar policial había arrojado un saldo de dos muertos: uno en El Cairo y el otro en Alejandría. Según el Ministerio de Salud egipcio, al menos unas 750 personas resultaron heridas en la capital, donde los enfrentamientos comenzaron en la mañana del sábado, y posteriormente se extendieron a Alejandría, a Asuán (sur) y a Suez. Los choques e incidentes azuzaron los temores de que los comicios legislativos, que deben realizarse el 28 de noviembre, fueran finalmente postergadas. Uno de los miembros del CSFA, el general Mohsen al-Fangari, aseguró que esas elecciones se llevarían a cabo como estaba previsto y que las autoridades estaban en condiciones de garantizar la seguridad. “No vamos a ceder a los llamados para postergar las elecciones. Las fuerzas armadas y el Ministerio del Interior son capaces de preservar la seguridad de los colegios electorales”, aseguró el militar.

Personalidades políticas e intelectuales de toda índole, entre ellos el ex jefe de la Agencia internacional de Energía Atómica (AIEA), Mohamed El Baradei, publicaron ayer un documento pidiendo un plazo suplementario para que las elecciones tengan lugar, en el marco de la revisión del calendario político del país.

En el petitorio, los firmantes del documento proponen que primero se convoque a una asamblea constituyente, luego se realicen elecciones presidenciales y, por último, se lleven a cabo los comicios legislativos. El Consejo de militares que actualmente gobierna Egipto, por su parte, decidió que la elección presidencial tendrá lugar en una fecha que aún no se ha determinado. También manifestaron su firme intención de que sólo entregarán el poder a los civiles una vez que el nuevo jefe de Estado sea elegido.

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Manifestantes egipcios le escapan al gas lacrimógeno arrojado por la policía en Tahrir.
Imagen: AFP
 
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