EL MUNDO › EL ASESINO DE KANDAHAR VOLVIO A ESTADOS UNIDOS

Identifican al autor de la masacre

El hasta ahora ignorado nombre del autor de la matanza de Kandahar, donde el domingo último murieron 16 civiles afganos, se develó al informar fuentes del Pentágono que se trata del sargento Robert Bales, que reside en las afueras de Seattle y estuvo de servicio tres veces en Irak y una en Afganistán.

Por su parte, el presidente afgano, Hamid Karzai, denunció que ninguno de los miembros del equipo de investigación sobre la matanza consiguió interrogar al único detenido por la masacre. Asimismo, la comisión parlamentaria afgana encargada de la investigación de la matanza de Kandahar ha implicado a un total de “entre 15 y 20” soldados estadounidenses en el ataque. El Pentágono insiste en que fue un acto solitario de Bales. La versión militar estadounidense indica que Bales abandonó su base y se dirigió a varias casas del barrio cercano de Panjwai. El gobierno afgano exigió que el sargento fuera juzgado por un tribunal de ese país. Pero las autoridades estadounidenses lo llevaron primero a Kuwait y luego a Fort Leavenworth, una base en Kansas, donde permanece bajo custodia militar.

La unidad de Bales sirvió en Irak en tres ocasiones y al principio no iba a viajar a Afganistán. Recibió varias condecoraciones y en Irak sufrió una herida en el cráneo y otra que obligó a amputarle parte de un pie.

La explicación de los militares estadounidenses vincula los crímenes de Bales con la presencia de alcohol clandestino en la base y con el enojo el día anterior a la matanza, por las heridas recibidas por un compañero. Los militares dicen que el sargento estaba al lado de un compañero al que un artefacto explosivo le voló una pierna. Al día siguiente, Bales disparó uno por uno a nueve niños y a otros siete civiles afganos.

Antes de alistarse, Bales desempeñó empleos intermitentes, mientras que su esposa tenía un trabajo mejor que el de él. Ambos viven en las afueras de Sea-ttle y tienen dos hijos de tres y cuatro años. Estos y otros detalles los develó John Henry Browne, el abogado que contrató su familia con la vista puesta en el proceso que le tocará afrontar.

Browne insistió en que el de su cliente era un matrimonio feliz y que su familia no entendía cómo pudo haber hecho una cosa así. “Siempre tuvo buenas maneras –afirmó Browne–, nunca dijo nada malo de los musulmanes.” El letrado Browne es un especialista en causas perdidas. En los años ’80 asumió la defensa de Ted Bundy, un asesino serial que murió en la silla eléctrica después de violar y asesinar a decenas de mujeres. Los informes oficiales sitúan la cifra en 36. Pero algunas estimaciones elevan la cifra hasta el centenar.

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Protesta en Qetta, Pakistán, por la masacre de Kandahar.
Imagen: EFE
 
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