EL MUNDO › ANTE LA CRISIS, ALEMANIA SE COMPROMETIó A ALBERGAR A 500 MIL MIGRANTES POR AñO

Merkel acepta medio millón de refugiados

El representante especial para la Migración y el Desarrollo de la ONU, Peter Sutherland, pidió “una respuesta europea como parte de una respuesta global”. El gobierno alemán se pone a la cabeza de los países que reciben a personas que escapan de conflictos.

Alemania se comprometió ayer a recibir cada año medio millón de refugiados para aliviar la crisis de los migrantes en Europa, en un momento en que una nueva ola de personas que buscan desesperadamente escapar de la guerra llegaba a las islas griegas.

Para ilustrar la magnitud del desafío que enfrentan los gobiernos, el presidente de la Unión Europea, Donald Tusk, advirtió que el “éxodo” podría durar años. “La ola de migración no es un incidente aislado sino el principio de un éxodo real, lo que significa que tendremos que tratar con este problema en los próximos años”, aseguró Tusk. “Tenemos que concentrarnos en el combate contra el tráfico de seres humanos y los traficantes”, a los que Tusk calificó de “asesinos”. “Podemos hablar de asesinos porque son directamente responsables de la muerte de miles de personas”, afirmó.

Desde Ginebra, el Representante Especial para la Migración y el Desarrollo de la ONU, Peter Sutherland, pidió “una respuesta europea como parte de una respuesta global” y sugirió organizar una conferencia internacional sobre la cuestión. El canciller austríaco también respaldó la idea de impulsar un encuentro mundial. “Durante la crisis financiera de 2008 hicimos todo lo que pudimos para impedir el colapso de los bancos y del sistema financiero. Ahora debemos demostrar los mismos esfuerzos para que el derecho de asilo sea garantizado”, afirmó Werner Faymann.

En el frente político, los países de la UE están divididos sobre cómo responder a la crisis. Alemania, la principal economía del continente, se comprometió a recibir a 500.000 refugiados cada año y la canciller Angela Merkel vaticinó que su llegada cambiará profundamente el país.

El partido de coalición gobernante de Merkel se enfrentó ayer a una creciente discordia sobre la política de puertas abiertas de Alemania hacia los refugiados sirios y de otras nacionalidades, después que su vicecanciller afirmara que el país podría absorber medio millón de migrantes por año durante los próximos años. Sigmar Gabriel, vice y jefe de los socios socia demócratas de Merkel, dijo que podía imaginar a Alemania recibiendo a muchos más refugiados. “Creo que fácilmente podríamos hacer frente a una cifra de medio millón durante los años venideros”, le dijo a un estrevistador de la televisión alemana.

La política de Merkel de recibir a refugiados sirios enfureció a la derecha de su grupo gobernante. Horst Seehofer, el líder de la Unión Social Cristiana de Baviera, insistió en que “ninguna sociedad” puede hacer frente a tal enorme flujo de migrantes durante un período prolongado. Su partido afirma que Merkel envió “una señal totalmente equivocada” al mundo exterior.

La canciller alemana también advirtió ayer que la propuesta del presidente de la Comisión Europea para acoger a 120.000 refugiados en los países del bloque es sólo “un primer paso” porque el número de refugiados es muy variable. Según el plan de Jean-Claude Juncker, que será presentado hoy, Alemania tendría que acoger a 31.000 personas, Francia 24.000 y España casi 15.000.

Esta división entre los 28 países del bloque quedó plasmada por la votación en Hungría de un proyecto de ley para acelerar la construcción de un muro en la frontera con Serbia, a fin de impedir la llegada de migrantes. Los refugiados provenientes de zonas en conflicto en Medio Oriente que están en Hungría pueden seguir pasando la frontera austríaca en tren en dirección a Alemania sin ser controlados, informó ayer una fuente policial. Gerald Pangl, agente de la Dirección de Policía del estado federado de Burgenland, fronterizo con Hungría, precisó que de momento no hay controles en los trenes que llegan de Hungría, y que la medida fue acordada con el ministerio del Interior.

Austria y Alemania dieron luz verde en la noche del viernes pasado al paso de miles de aspirantes a asilo que llevaban días estancados en Hungría y querían en su mayoría alcanzar Alemania. Se calcula que entre el viernes y el lunes unos 20.000 refugiados pasaron por territorio austríaco, pero solo cerca de un centenar decidió permanecer en la república alpina y pedir asilo.

Las escenas de caos en toda Europa pusieron de relieve las dificultades de los gobiernos para controlar la llegada de miles de personas que huyen de la guerra y la miseria desde Medio Oriente y Africa.

En Grecia, el ministro de Migraciones admitió que la isla de Lesbos está “a punto de explotar” por la llegada de miles de personas. Las autoridades decidieron ampliar sus capacidades para atender a los 30.000 refugiados que, según la ONU, se encuentran repartidos en varias islas del mar Egeo, 20.000 de ellos sólo en Lesbos.

En las últimas horas, la tensión ha ido en aumento en esta isla, donde guardacostas y policías armados con porras intentaban controlar en el puerto a cerca de 2500 personas que querían subir a un ferry con dirección a Atenas. “Fueron tres días horribles. No hay habitaciones, no hay hoteles, no hay baños, no hay camas, no hay nada”, explica Husam Hamzat, un ingeniero sirio de 27 años procedente de Damasco que ayer consiguió, tras horas de espera, los papeles para salir de la isla.

“Llevo aquí ocho, nueve días, ni siquiera lo sé”, afirma Aleddin, un estudiante de ingeniería bloqueado en Lesbos y que intenta llegar a Alemania para reunirse con su hermano. “Algunos llevan aquí 14 o 15 días, al gobierno griego no le importa”, asegura.

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Alemania y Austria dieron luz verde en la noche del viernes pasado al paso de miles de aspirantes a asilo.
Imagen: AFP
 
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