EL MUNDO › LA ONU CIFRó EN 31 MIL LAS PERSONAS QUE HUYERON DEL CONFLICTO; MéDICOS SIN FRONTERAS DENUNCIó 90 MIL

Crece la crisis de los desplazados sirios

“La situación en el distrito de Azaz es desesperante, con combates que no cesan y decenas de miles de desplazados”, advirtió la jefa de la misión de Médicos Sin Fronteras, Muskilda Zancada, desde la provincia siria de Alepo.

El número de desplazados que han huido de sus hogares en la provincia de Alepo, en el norte de Siria, no hace más que aumentar y alcanza ya los 31.000, según la ONU, y algunos de ellos bloquean el paso de Bab al Salama, fronterizo con Turquía. La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) alertó sobre un número mucho mayor: son 90.000 civiles los que intentaron escapar de los combates en su país y quedaron varados en la zona fronteriza con Turquía luego de que este país vecino les cerrara el paso.

La portavoz regional para la crisis siria de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), Linda Tom, dijo que se calcula que hay 31.000 personas huidas de las localidades de Alepo y Anadan y de áreas bajo el control del grupo terrorista Estado Islámico (EI). De esos desplazados, el 80 por ciento son mujeres y menores de edad, subrayó la especialista, que agregó que hay unos 8000 desplazados en el cruce de Bab al Salama.

Estas cifras son inferiores a las ofrecidas ayer por la organización humanitaria turca musulmana IHH, que atiende a los refugiados y que destacó que la cifra de desplazados en la frontera ascendía a 45.000.

Tom explicó que el flujo de personas varía continuamente porque los desplazados se mueven por distintas zonas sirias a lo largo de la frontera. “Hay muchos que salen de sus pueblos para ver si el cruce está abierto, están allí un tiempo y luego regresan al ver que sigue cerrado”, indicó la portavoz. Otros permanecen en alguno de los ocho campos de desplazados en suelo sirio que existen desde hace tiempo en las inmediaciones de Bab al Salama, aunque “han alcanzado ya su máxima capacidad y no pueden albergar adecuadamente a las personas que llegan ahora”, apuntó Tom.

Las organizaciones humanitarias tratan de proporcionar todo tipo de ayuda, como clínicas móviles, pastillas potabilizadoras de agua y equipos de higiene.

Los desplazados escapan de la violencia en el norte de Alepo, donde el ejército sirio inició el lunes de la semana pasada una ofensiva para recuperar el control de varias poblaciones, con el apoyo de la aviación rusa. La ONG turca IHH ha comenzado ya a construir dos campos de refugiados temporales dentro del territorio sirio y a unos centenares de metros de Turquía.

Abdelqader Abu Yusef, que reside en la localidad siria de Azaz, limítrofe con suelo turco y a unos 5 kilómetros de Bab al Salama, indicó que unas setenta tiendas de campaña han sido levantadas hasta el momento.

Abu Yusef resaltó que desde hace una semana Bab al Salama está totalmente cerrado y que tan sólo entre ayer y hoy algunas ONG han podido acceder desde Turquía para repartir algo de ayuda entre los desplazados, “sobre todo mantas y comida”.

Al mismo tiempo que el Ejército sirio continuaba ayer su ofensiva sobre la provincia norteña de Alepo, alrededor de 90.000 civiles que intentan escapar de esos combates quedaron varados en la zona fronteriza con Turquía luego que este país vecino les cerrara el paso y creara una situación desesperante, denunció Médicos Sin Fronteras (MSF).

“La situación en el distrito de Azaz es desesperante, con combates que no cesan y decenas de miles de desplazados (...) Tenemos problemas para recibir y acomodar a la gente y sufrimos de falta de agua y condiciones sanitarias insuficientes en muchas áreas”, advirtió en un comunicado la jefa de la misión de MSF en el país, Muskilda Zancada.

Además de estar sobrepasados, la organización internacional de médicos denunció que al menos tres de los hospitales con lo que trabaja fueron bombardeados en la zona en las últimas semanas.

Desde hace una semana, la ofensiva terrestre y aérea del ejército sirio para recuperar el control de Alepo forzó a más de 100.000 civiles a huir, abandonar sus casas y tratar de buscar refugio.

El lugar seguro más cercano es del otro lado de la frontera turca.

Con cada combate y cada bombardeo, crece el número de personas que escapa a dicha frontera. MSF estimó que alrededor de 80.000 sirios ya avanzan hacia la ciudad siria de Azaz y el paso fronterizo turco de Kilis, mientras que otras 10.000 personas ya se encuentran varadas allí.

Tras casi cinco años de fronteras abiertas para los refugiados, Turquía anunció que ha sobrepasado su capacidad de recibir gente y decidió no permitir más el ingreso de sirios que escapan de la actual ofensiva del ejército en Alepo.

Las autoridades turcas informaron ayer que no abrirán la frontera, pero ayudarán a los desplazados desde el lado sirio de la frontera. Sin embargo, la situación en la propia zona fronteriza se ha vuelto inestable y peligrosa.

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El ochenta por ciento de los que huyen de sus hogares son mujeres y menores de edad.
 
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