EL MUNDO › EN TRES DIAS, MAS DE CIEN MUERTOS IRAQUIES Y 32 DE LA FUERZA DE OCUPACION

La ola de violencia se expande a todo Irak

Desde el domingo, las fuerzas lideradas por Estados Unidos se enfrentan con milicianos chiítas seguidores del clérigo Al Sadr, quien amenazó con “empeorar la situación”. En ciudades chiítas del sur y en Bagdad hubo violentos choques, al igual que en el triángulo sunnita.

Por Patrick Cockburn *
Desde Bagdad

A última hora de ayer, el Pentágono informó que al menos 12 marines estadounidenses murieron y 20 fueron heridos en un enfrentamiento en la ciudad iraquí de Ramadi, al oeste de Bagdad. El ataque tuvo lugar en lo que se conoce como el “triángulo sunnita”, la zona donde reside el grupo religioso al que pertenece el derrocado Saddam Hussein. El ataque fue realizado por 60 o 70 insurgentes armados, pero se desconocía si el incidente estuvo vinculado a los enfrentamientos que se registraban en la vecina ciudad de Faluja. Allí, los marines de Estados Unidos peleaban su entrada, en una operación en la que murieron cinco, pero las pérdidas iraquíes eran imprecisas, porque a las ambulancias no se les permitía la entrada a la ciudad. Otros tres soldados estadounidenses fueron muertos en Bagdad. También hubo fuertes combates en las ciudades chiítas del sur de Irak ayer entre los partidarios del clérigo militante chiíta Muqtada al Sadr y las tropas de la ocupación, que dejaron 30 muertos iraquíes y decenas de heridos. En un suburbio al noreste de Bagdad, Sadr City, murieron 57 personas en choques entre milicianos chiítas y las tropas estadounidenses.
Quince iraquíes fueron muertos por las tropas británicas en Amara en el río Tigris, al norte de Basora, y otros quince iraquíes murieron y 35 resultaron heridos en batallas con ametralladoras contra soldados italianos por el control de los puentes sobre el Eufrates en Nasiriya. Un soldado ucraniano murió y cinco fueron heridos cuando dos vehículos blindados fueron incendiados en Kut, una ciudad chiíta al sur de Bagdad. La guerra en Irak entró en una nueva etapa cuando la milicia del líder chiíta Sadr, a quien Estados Unidos quiere arrestar, pasó a la calle. Hasta ahora casi todos los ataques a la fuerza angloamericana tuvieron lugar en distritos musulmanes sunnitas, como Faluja y ciudades al norte de Bagdad. Por primera vez, la mayoría de las muertes de Estados Unidos son provocadas por los chiítas. La lucha en los dos últimos días eleva a 614 el número de soldados estadounidenses muertos en Irak desde que comenzó la guerra. En Bagdad ayer había una sensación de crisis saliéndose de control, con Estados Unidos teniendo que enfrentar un nuevo frente de batalla contra la milicia vestida de negro de Al Sadr. Se cree que él se ha mudado a una casa en una callejuela en Najaf, uno de los santuarios más venerados por los musulmanes chiítas. Sería imposible para tropas extranjeras arrestarlo ahí sin provocar una reacción violenta y más difundida entre los chiítas.
¡Mi destino será ser asesinado o arrestado!, dijo Al Sadr, cuya milicia, el ejército de Mehdi, tomó el santuario del Iman Ali, cuyo domo dorado se eleva en el centro de Najaf. En una declaración, Al Sadr prometió: ¡Las fuerzas conducidas por Estados Unidos tienen el dinero, las armas y son muy numerosas, pero estas cosas no van a debilitar nuestra voluntad porque Dios está con nosotros! Era imposible llegar a la ciudad de Faluja ayer, después que ésta fuera sellada por 1200 marines y dos batallones de fuerzas de seguridad iraquíes. Los comandantes de Estados Unidos prometieron llevar a cabo una búsqueda casa por casa para encontrar y castigar a aquellos que mataron a los cuatro contratistas civiles estadounidenses y colgaron sus restos quemados y mutilados desde la armazón de metal de un puente sobre el Tigris.
El camino principal de Bagdad a Jordania, que pasa cerca de Faluja, fue clausurado ayer por soldados que armaron una barrera de alambre de púas que desviaba a los vehículos hacia el camino que rodea la ciudad. Los pocos informes sobre la lucha decían que patrullas de combate de la Marina, apoyadas por helicópteros artillados, estaban lanzando pruebas de reconocimiento pero poniéndose bajo fuego de las guerrillas. ¡La ciudad está rodeada!, dijo el teniente James Vanzant, un vocero de los marines. ¡Queremos hacer un acercamiento muy preciso. Estamos buscando a los tipos malos en la ciudad!
No resulta claro dónde murieron los cinco marines, ya que la declaración oficial decía solamente que habían muerto en la provincia de Anbar. Esta área, que se extiende desde Bagdad a la frontera jordana, incluye las ciudades de Faluja y Ramadi y tiene una población de 1,25 millón de personas, casi todos musulmanes sunnitas conocidos por sus militancia islámica y nacionalista. La coalición ha tratado de presentar a Muqtada al Sadr como un militante aislado, pero el evidente poderío de sus fuerzas atacando en todas las principales ciudades chiítas muestra que Paul Bremer, el líder civil estadounidense de la Autoridad Provisional de la Coalición (APC), se equivocó en los cálculos al buscar o caer en una confrontación con él. El 28 de marzo Bremer clausuró de pronto el diario de Al Sadr, al Hawza, que Al Sadr interpretó como una movida contra él. Luego arrestó a Mustafá Yabi, el teniente alsadrista en Najaf, lo que a su vez provocó manifestaciones y ataques a las comisarías y edificios del gobierno en Bagdad y en el sur de Irak.
¡Muqtada al Sadr no representa a la vasta mayoría de los chiítas iraquíes!, dijo ayer el premier británico Tony Blair. ¡Representa a un pequeña banda de extremistas! Pero los hechos de los últimos días muestran que los hombres de Al Sadr están bien organizados, están comprometidos y son capaces de lograr un sentimiento general de odio entre los chiítas hacia la fuerza de ocupación. A muchos chiítas no les gusta Al Sadr demasiado, pero realmente odian la ocupación porque creen que no ha hecho nada por ellos, dijo ayer uno de los prominentes empresarios chiítas en Bagdad.
El ejército de Mehdi no fue exitoso en todos lados. Fracasó en tomar la mansión del gobernador en Kerbala, que estaba defendida por tropas polacas, y también el santuario del Iman Hussein en la misma ciudad, que está mantenido por las fuerzas leales al ayatollah Ali Sistani, el líder clérigo chiíta. La confrontación entre la fuerza ocupante y los radicales chiítas es nefasta para los contingentes británicos, polacos, españoles, ucranianos y otros no estadounidenses con base en el sur de Irak. Hasta ahora el mayor peligro que han enfrentado ha sido el de los terroristas suicidas y los grupos musulmanes sunnitas, pero ahora estarán bajo la amenaza de los milicianos chiítas.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.

Compartir: 

Twitter

Musulmanes chiítas cargaban armas y pancartas con su líder, el clérigo Muqtada al Sadr, en la ciudad de Sadr, desafiando a los soldados.
 
EL MUNDO
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.