EL MUNDO › NUEVE MUERTOS Y MAS DE 180 HERIDOS EN LA EMBAJADA AUSTRALIANA EN YAKARTA

Ataque a un talón de Aquiles de la guerra

Indonesia, base operativa de Yamaa Islamiya, un grupo fundamentalista vinculado con Al Qaida, fue escenario ayer de un ataque terrorista contra la Embajada de Australia, uno de los pocos países que aún apoya a EE.UU. en Irak. Hubo nueve muertos y más de 180 heridos.

Por Justin Huggler *

Un atentado con coche bomba en la embajada australiana en el centro de Yakarta, la capital de Indonesia, dejó al menos nueve muertos y más de 180 heridos. La bomba explotó poco después de las 10.15 hora local, en las puertas de la embajada, dejando el muro protector de acero aplastado y destrozando las ventanas de los rascacielos. La explosión se escuchó a cinco kilómetros. Como se sospechó desde un primer momento, la Yamaa Islamiya reivindicó el atentado en un comunicado publicado en un sitio Internet, en el que amenaza con nuevos ataques contra intereses australianos. “Hemos decidido ajustar las cuentas con Australia, uno de los peores enemigos de Dios y del Islam y uno de los hermanos mujaidines logró llevar a cabo una operación-mártir con coche bomba contra la Embajada de Australia” en Yakarta, se lee en el comunicado, cuya autenticidad no ha sido comprobada.
La embajada sufrió relativamente pocos daños gracias a la protección antibomba y no se supo de muertos adentro. La mayoría de los muertos serían indonesios. La calle quedó manchada de sangre y había pedazos de cuerpos esparcidos. La bomba fue un duro recordatorio de la amenaza islámica a pesar de varias detenciones y condenas a terroristas en el país. Dos días antes del tercer aniversario de los atentados del 11 de septiembre, Yamaa Islamiya, aliado de Al Qaida, atacó de nuevo. El ataque de ayer ocurrió 11 días antes de las elecciones presidenciales en Indonesia y un mes antes de las de Australia. Además, hace poco más de una semana Washington y Canberra aumentaron las advertencias a sus ciudadanos por la posibilidad de atentados en Indonesia. Según los servicios de inteligencia australianos y británicos, la sede diplomática se encuentra desde hace meses en el “punto de mira de Al Qaida”.
Los testigos relataron que vieron una camioneta ir hacia al medio de la calle fuera de la embajada, que está en una zona muy custodiada por ser zona de sedes diplomáticas. La explosión destrozó vidrios en un radio de un kilómetro y dejó un enorme cráter. La lluvia de cristales rotos del edificio caía sobre las personas que trataban de escapar del infierno de la explosión, ayudando a amigos y colegas heridos a salir del edificio. Elizabeth O’Neill, que trabaja en la embajada australiana, dijo que sintió como si el viento le hubiera chupado el aire de los pulmones por la explosión. Fue una “bomba enorme”, dijo, “...el cráter era enorme. El camión de la policía quedó hecho añicos”.
Las sospechas recayeron de inmediato en el malayo Noor Mohammed Top y en Azahari Husin, un ingeniero malayo, considerado el “cerebro” de Yamaa Islamiya y uno de los terroristas más buscados de Asia. La organización ha sido responsabilizada de los atentados de 2002 en Bali que mataron a 202 personas, incluyendo a 88 australianos, y un ataque suicida que dejó un saldo de 12 muertos en agosto de 2003 en el Marriott Hotel, a pocas cuadras de la bomba de ayer. Muchos expertos creen que células de Al Qaida están actuando de manera independiente llevando a cabo atentados propios. De esta manera, los esfuerzos estadounidenses por atrapar a los líderes resultan debilitados, ya que no pueden prevenir ataques nuevos. Este parece ser el caso de Indonesia, donde Yamaa Islamiya tiene su red bien establecida y pareciera haber sobrevivido a la persecución de las autoridades de Indonesia.
La bomba de ayer fue inspirada por las bombas de los trenes de Madrid en marzo en el que murieron 191 personas, días antes de las elecciones de España. El 11-M fue señalado como la causa de la derrota en las urnas del gobierno conservador, que apoyó a Estados Unidos en Irak. En Australia, este tema también se ha convertido en un tema central en las elecciones. El gobierno de John Howard es uno de los pocos aliados que Estados Unidos todavía tiene en Irak. Howard se enfrenta a críticas en su país por su decisión de participar de la guerra de Washington. Sus oponentes dicen que como consecuencia Australia es más vulnerable a ataques terroristas. “Esta nación no será amedrentada por actos terroristas”, dijo Howard después del atentado de ayer. Los analistas no coincidían en el efecto que tendría el atentado en las elecciones australianas. Se considera que Howard es más fuerte en temas de seguridad nacional que su contrincante laborista Mark La- tham, que prometió hacer retornar a la mayoría de las tropas australianas antes de la Navidad y que podría beneficiarse de la percepción de que Australia está bajo ataque.
La presidenta de Indonesia Megawati Sukarnoputri, que se encontraba en Brunei con motivo de la boda del príncipe heredero, volvió de inmediato al país e hizo un llamamiento a la “calma y la unidad” de la población contra el terrorismo. Con un 85 por ciento de la población de religión musulmana, tanto el gobierno como buena parte de la oposición indonesia insisten en la moderación y el papel conciliador de la mayoría islámica del país. Sin embargo, tanto Estados Unidos como Australia acusan a Yakarta de “no hacer todo lo posible” para controlar a la minoría radicalizada.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Ximena Federman

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Una policía militar intenta impedir que la gente se acerque al lugar del atentado.
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