EL MUNDO › OLLANTA HUMALA, POR EL PROGRESISMO

Comandante nacionalista

 Por Carlos Noriega

Desde Lima

El ex comandante del ejército Ollanta Humala encabeza un frente progresista de partidos de izquierda, gremios sindicales y organizaciones sociales, que desde la plataforma Gana Perú ha lanzado su candidatura a la presidencia. Fundador en 2005 del Partido Nacionalista, Humala, de 48 años y padre de tres hijos menores, intenta por segunda vez llegar a la presidencia. El año 2006 perdió en el ballottage frente al actual presidente Alan García, después de haber ganado la primera vuelta, al igual que en esta ocasión, con 31 por ciento. El candidato progresista espera que la historia no se repita.

Ollanta, nombre que su padre, un viejo militante comunista, le puso en homenaje a un mítico general inca, era un desconocido militar hasta que el 29 de octubre del año 2000 se sublevó contra la dictadura de Alberto Fujimori en un alejado cuartel del ejército en Locumba, cerca de la frontera con Chile. Fue una sublevación sin disparos, pero con mucha cobertura mediática. De un momento a otro, el desconocido comandante Ollanta Humala pasó a ser una celebridad.

Humala depuso su sublevación cuando en noviembre de 2000 Fujimori huyó del Perú y asumió un gobierno de transición democrática. Pero desde entonces su carrera militar estaba sentenciada. El gobierno de Alejandro Toledo, hoy su aliado político, lo envió al extranjero y en 2004 lo pasó a retiro. Humala, que aspiraba a ser comandante general del ejército, vio truncada su carrera militar, pero ese hecho marcó el comienzo de una vida política que hoy lo puede llevar a la presidencia del Perú.

El 1º de enero de 2005, Antauro, hermano de Ollanta, asaltó con un grupo de reservistas del ejército un puesto policial en Andahuaylas, una empobrecida ciudad andina, exigiendo la renuncia del entonces presidente Toledo. Desde Corea del Sur, donde hasta hace unos días había sido agregado militar, Ollanta, que acababa de recibir la noticia de su pase a retiro, apoyó la exigencia para que Toledo renuncie. La aventura de Antauro terminó con cuatro policías muertos y él preso. Ese episodio ha sido recordado constantemente durante la campaña electoral por los rivales de Ollanta Humala para acusarlo de golpista. El candidato ha admitido que fue un error haber respaldado la exigencia de su hermano para que renuncie Toledo y desde hace ya varios años se ha distanciado de Antauro.

Como oficial del ejército, Humala combatió en la guerra de 1995 contra Ecuador y en la guerra interna contra la subversión armada maoísta de Sendero Luminoso. Cuando su candidatura presidencial de 2006 comenzó a ganar apoyo popular con su mensaje de cambio del modelo económico neoliberal, fue acusado de violar los derechos humanos durante la guerra interna. Esa acusación se ha repetido en esta campaña. Humala niega los cargos y la Justicia ha señalado que no existen pruebas para abrir un proceso en su contra. Esa decisión fue tomada por el mismo juez que condenó al ex dictador Alberto Fujimori por crímenes de lesa humanidad a 25 años de prisión.

A diferencia del año 2006, en su segundo intento por llegar a la presidencia, Humala se ha mostrado dispuesto a concertar con fuerzas políticas de centro y centroderecha y ha moderado su estilo radical. Eso lo ha llevado a un entendimiento con su viejo rival, el ex presidente Alejandro Toledo, y a captar el respaldo de personalidades como el Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa. En esta campaña se ha distanciado del presidente venezolano Hugo Chávez –su identificación con Chávez, un personaje muy impopular en el Perú, fue clave en su derrota de 2006– y se ha puesto a Lula como su principal referente político.

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