El papa Francisco celebró su primera misa en Estados Unidos y declaró santo al fraile franciscano español Junípero Serra (foto), uno de los padres fundadores del Estado de California. Serra es el primer santo canonizado en suelo estadounidense. Rodeado de fuertes medidas de seguridad, Jorge Bergoglio llegó a la basílica del santuario de la Inmaculada Concepción de Washington a bordo de su papamóvil, saludó y bendijo a 25.000 feligreses congregados en las afueras del templo. El santuario representa un tributo a la Virgen María, un testimonio de la devoción que le profesan los católicos estadounidenses y es, con varias capillas dedicadas a vírgenes de todo el mundo, ejemplo de diversidad de las culturas de Estados Unidos.

Los aplausos y gritos de júbilo estallaron en el arribo del Papa, que hizo una entrada al templo digna de una estrella de rock y provocó entusiasmo en seminaristas y monjas, a quienes bendijo. Para asistir a la misa era preciso llevar un boleto que las iglesias de la diócesis de Washington repartieron previamente entre sus feligreses. Y para acceder al recinto de la basílica, los fieles debieron sortear controles de seguridad que incluyeron detectores de metales, como los usados habitualmente en los aeropuertos.

Los asistentes aprovecharon el buen clima, antes de la llegada del Papa, para hacer un picnic en el jardín del campus de la Universidad Católica de Estados Unidos, donde se emplaza la basílica. Allí compraron bebidas, comida y souvenirs. La universidad invitó a los feligreses a tomarse selfies con una figura de cartón de Francisco y a “compartir la alegría”. Durante la misa, celebrada en español, al aire libre, bajo un sol radiante, se pidió a los creyentes no levantar carteles ni ondear banderas.

“Declaramos y definimos santo al beato Junípero Serra, lo inscribimos en el Catálogo de los Santos y establecemos que en toda la Iglesia sea devotamente honrado entre los santos”, proclamó Francisco. Serra nació en la isla española de Mallorca y murió a los 71 años, en 1784, en la misión San Carlos Borromeo de California. Grupos indígenas en Estados Unidos lo critican por haber liderado un sistema de misiones que sometió a los pueblos originarios y consideran que no debió haber sido declarado santo porque, de ese modo, la Iglesia Católica canonizó el genocidio y el colonialismo.