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Mauricio Macri blanqueó ayer algo que estaba cantado: las elecciones comunales tampoco se harán durante 2008. “Las veo más apuntando a que se realicen el año que viene”, señaló el jefe de Gobierno porteño y atribuyó la nueva postergación a que “se necesitan ocho meses para hacer los empadronamientos”. La decisión de Macri de no convocar a esos comicios va en contra de la ley que establece que deben celebrarse el próximo 10 de agosto y fue duramente criticada por la oposición.

El anuncio de Macri no provocó mayores sorpresas. Página/12 dio cuenta semanas atrás de que la convocatoria a las elecciones comunales debía hacerse a más tardar el próximo 10 de mayo y que el Ejecutivo porteño no exhibía voluntad política de dar ese paso.

La Constitución porteña sancionada en 1997 estableció que las primeras elecciones de autoridades comunales debían concretarse antes de octubre de 2002. Después de años de demoras, la Legislatura aprobó en 2005 la división de la ciudad en quince comunas y el año pasado fijó la fecha del próximo 10 de agosto para la realización de los comicios.

A pesar de la obligación impuesta por los legisladores, Macri nunca tuvo entre sus planes avanzar durante su primer año de mandato en la tan mentada descentralización política de la ciudad. No difiere en eso de sus antecesores, quienes de uno y otro modo consiguieron obstaculizar un proceso que implica transferir parte del poder del jefe de gobierno a manos de las autoridades comunales.

Aun cuando evalúa que ganaría, Macri se resiste a llamar a elecciones. No quiere compartir su poder con nadie porque sostiene que eso complicaría su gestión. Pero, además, considera un “disparate” que cada comuna tenga –como estipula la Constitución– una Junta de gobierno de siete miembros. “Hay que poner un límite –insistió ayer– porque hacer comunas con siete autoridades, con asesores y técnicos suena de vuelta a otro despilfarro de dinero a costa de la ciudad y de la calidad de vida de los vecinos.”

Limitar el número de autoridades requiere una reforma constitucional, que hubiera sido una excusa perfecta para postergar la realización de las elecciones. Macri exploró semanas atrás esa posibilidad, porque además quiere modificar otros tramos de la Constitución, y no encontró apoyo en la Legislatura para avanzar en ese sentido. Aunque no se da por vencido en su afán reformista, ahora apeló a otro argumento para frenar la descentralización: que por cuestiones administrativas ya no hay tiempo de hacer las elecciones este año.

“Se necesitan ocho meses para hacer los empadronamientos y cuestiones técnicas, con lo cual me parece difícil que se puedan realizar este año”, explicó Macri y completó: “Las veo más apuntando a que se realicen el año que viene y eso facilitaría a que todos votemos una única vez para diputados, legisladores y autoridades comunales”.

La confección de los padrones está en manos de la jueza electoral María Romilda Servini de Cubría. La magistrada advirtió en su momento que si a mediados de febrero no tenía definido el mapa de las comunas y un refuerzo de un 1.300.000 que requirió para hacer su tarea, sería imposible cumplir los plazos establecidos por la Legislatura.

La oposición sostiene que el macrismo demoró deliberadamente los trámites administrativos para no hacer las elecciones y reaccionó frente al anuncio sobre su postergación.

“Macri deberá responder en la Justicia y frente a los vecinos por incumplir la Constitución y dos leyes que lo obligan a descentralizar”, advirtió el diputado socialista Roy Cortina, quien añadió que el jefe de gobierno “le tiene miedo a la participación de los vecinos”.

El ex ministro de Descentralización porteño presentó un amparo judicial el 14 de febrero pasado para asegurar la convocatoria a los comicios. Los kirchneristas anunciaron que también recurrirán a la Justicia. “Que Macri diga que lo que realmente quiere hacer es eliminar la participación como hizo con las cooperadoras y el programa cultural en barrios”, afirmó el legislador K Sebastián Gramajo. “Se trata de otra promesa electoral no cumplida por Macri”, sumó el senador kirchnerista y ex candidato a jefe de gobierno Daniel Filmus.

Aníbal Ibarra también cuestionó a Macri. “Pone por delante sus conveniencias y planea realizar una elección conjunta de constituyentes, legisladores y comunas, separándolas de las nacionales”, aseguró el ex jefe de gobierno, ahora legislador por Diálogo por Buenos Aires.

“Es mentira que técnicamente no se pueda realizar la elección, sí es verdad que hicieron todo lo posible para que no sea este año”, apuntó el legislador de la Coalición Cívica Facundo Di Filippo. Su compañero de bloque Sergio Abrevaya acotó que “detrás de la postergación, Macri esconde la reforma constitucional”. “Esto no tiene que ver con inconvenientes de padrones, sino esencialmente con la ausencia de voluntad política”, expresó Martín Hourest, del bloque Igualdad Social.