La sola idea de que Brasil forme parte del monitoreo conjunto a la pastera UPM (ex Botnia) fue rechazada de plano, ayer, por la Asamblea Ciudadana de Gualeguaychú. En su lugar, reclamaron el “cumplimiento” del fallo de la Corte Internacional de La Haya, que dispone el control del río por parte de la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU), y exigieron además que el control sobre la planta de celulosa sea binacional: sostuvieron que la intervención de un tercer país sería una maniobra de Uruguay para dilatar los tiempos. Mientras, el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, se reunirá hoy con el canciller Héctor Timerman para abordar el conflicto, antes de que el ministro viaje a Montevideo para reunirse con su par oriental Luis Almagro. Mañana, Urribarri tiene previsto ir a Gualeguaychú para encontrarse con los asambleístas, en lo que será el primer contacto formal entre ambas partes tras el levantamiento del bloqueo en Arroyo Verde.

La Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú está contando los días que faltan para que se cumplan los dos meses que se impusieron como plazo para mantener liberada la ruta 136, a cambio de que las autoridades argentinas y uruguayas acuerden un monitoreo conjunto sobre el cauce del río y sobre la pastera UPM. La falta de avances a diez días de levantada la barrera los inquieta y los preocupa, admitieron. En un comunicado, los ambientalistas rechazaron la posibilidad de que otros países –como Brasil y Chile– se sumen al monitoreo del río y de la planta, tal como había trascendido en los últimos días, incluso de boca de la senadora y primera dama uruguaya, Lucía Topolansky. La propuesta destacaba que el río Uruguay nace en Brasil antes de pasar por la zona del conflicto. La posible inclusión de Chile, o también de Paraguay, fue deslizada por el mismo gobernador entrerriano, que adujo la “imparcialidad” de estos países, que podrían actuar como veedores del proceso.

“Esa postura no se encuadra en lo establecido en el Considerando 281 de la sentencia de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, que ratifica el ‘deber de cooperar’ y fija la obligación de ‘un monitoreo continuo’ en la planta industrial de Botnia-UPM, subrayando el rol que le cabe a la CARU, conforme al Estatuto del río Uruguay”, sostuvieron los asambleístas. Uno de los abogados del movimiento, Luis Leissa, le dijo a Página/12 que la posibilidad de convocar a otros países vecinos al monitoreo puede ser “un objetivo loable a largo plazo”, pero que a los fines del reclamo por contaminación de la pastera “tiene la intención de dilatar el tema”. Los asambleístas temen que sumando a Brasil el proceso se alargue y exceda el plazo de sesenta días que ellos mismos plantearon para volver a la ruta. “Este es un conflicto binacional, donde sólo se busca el examen a Botnia, no se puede hablar de que haya que investigarlo entre tres”, afirmó Leissa. Desde la asamblea, aseguraron que esta pretensión “sólo pretende dilatar el cumplimiento de la normativa existente, postergar el conflicto y esmerilar un reclamo pacífico derivado del carácter ilegal y contaminante de Botnia-UPM”.

El gobernador Urribarri compartirá hoy con el canciller Timerman un almuerzo de trabajo, en donde discutirán la forma de encauzar el conflicto, horas antes de que el diplomático viaje a reunirse con su par oriental, en Montevideo. Urribarri intentará “retomar lo trabajado hasta ahora con (el ex canciller) Jorge Taiana y avanzar sobre la estrategia en común entre el gobierno nacional y el provincial”, para lo que resaltó que “hay que actuar rápido y de manera convincente”.

El gobernador, en tanto, tiene previsto trasladarse hacia Gualeguaychú mañana para reunirse con una delegación de ocho asambleístas. Entre otros reclamos, los ambientalistas llevarán el petitorio votado por mayoría al momento de decidir levantar el corte. También le exigirán que se ponga a trabajar en las acciones de concientización y difusión del conflicto a nivel nacional que el mandatario había prometido en su intercambio epistolar con los vecinos, cuando les había solicitado que revisaran la continuidad del bloqueo. De todas formas, el tema insoslayable será el informe que les provea Urribarri sobre el resultado de la reunión con Timerman. Es la señal que aguardan en Gualeguaychú para tomarle el pulso a la estrategia de negociación que llevan adelante las autoridades argentinas, y de la que los vecinos dicen hasta hoy no tener noticias.

Informe: Gabriel Morini.