EL PAíS › LOS CORDOBESES DEFINEN HOY SU PROXIMO GOBERNADOR

Una elección a pura cumbia y cuartetazo

Los tres principales candidatos son el peronista José Manuel de la Sota, el radical Oscar Aguad y Luis Juez, aliado de Hermes Binner. La Casa Rosada se mantiene formalmente “prescindente”.

 Por Miguel Jorquera

Desde Córdoba

El ex intendente Luis Juez.
El peronista José Manuel de la Sota.
El radical Oscar Aguad.
Imagen: Télam & DyN.

Los cordobeses vivieron la jornada previa a la elección a gobernador a pleno sol y con una temperatura casi primaveral. El clima de la vigilia de los principales candidatos fue, en cambio, proporcional a lo que le pronostican sus propios números. El candidato peronista José Manuel de la Sota ya estaba instalado en Río Cuarto, donde vota hoy, confiado en que la ventaja que le otorgan las encuestas le alcanzará para alzarse con la gobernación. Luis Juez, del Frente Cívico, que imagina un final ajustado con el oficialismo provincial, fue el más activo: recorrió casas de sus militantes en mateadas y se mostró como un devoto más en la peregrinación de San Cayetano, adelantada por los comicios de hoy. El radical Oscar Aguad se recluyó en familia con la incertidumbre sobre qué ubicación en el podio le deparará la remontada que le asignan sus números. En tanto, con la Casa Rosada prescindente en la elección cordobesa, el kirchnerismo y sus aliados dividen fichas en diferentes apuestas mientras que algunos ni siquiera participan de la partida.

No hagan olas

De la Sota siguió sin hacer olas. Aunque tuvo un imprevisto viaje a Buenos Aires para estar en el velorio de una tía, a su regreso –el viernes por la noche– continuó con su libreto y no modificó sus planes de campaña: no hacer declaraciones que puedan acechar la cómoda situación que le asignan sus encuestadores. Se instaló en su casa de Río Cuarto, donde reside desde hace algunos años con su tercera esposa. Allí votará hoy por la mañana antes de viajar a la ciudad de Córdoba para esperar los resultados de la elección.

La estrategia, según sus allegados, “funcionó hasta ahora”. “Peleemos por Córdoba, no por pelear”, dice una de las frases más difundidas de su abrumadora campaña publicitaria. La idea era dar fe de adhesión al federalismo y quitarle el cuerpo a la discusión, con un destinatario concreto: Luis Juez, quien podría haberlo puesto en aprietos si se exponía al debate. En su campaña escasearon las definiciones políticas. Tomó distancia del gobierno nacional, tras la disputa por el armado de listas que quebró la posibilidad de armar una alianza electoral con el kirchnerismo, y después de un desliz –reprobado por su asesor estrella Ramiro Agulla– postergó su encolumnamiento en las Primarias hasta después de la elección provincial. Si lo hará o no, dependerá primero del resultado de hoy y luego de la diferencia que saque sobre sus adversarios, si consigue su tercer mandato como gobernador.

No quiso espantar a empresarios y ruralistas, a quienes sí hizo promesas, como la baja de retenciones a la soja. Y algunas otras que sus funcionarios realizaron en privado, como una reforma en el impuesto inmobiliario provincial. Tampoco quiso ahuyentar a sus aliados conservadores. Del Frente Unión por Córdoba –que ideó De la Sota– también forman parte la casi extinta UCedé, la Democracia Cristiana, el Vecinalismo Independiente (ex aliados de Luis Juez), Partido Demócrata, Acción Popular, Fuerza Transformadora. Además de la ex lopezmurphysta Recrear para el Crecimiento, ahora en manos del ministro macrista Esteban Bullrich, y la cavallista Acción para la República. De la Sota fue el artífice que incorporar al ideólogo de la cordobesa Fundación Mediterráneo a la política.

A polarizar

Luis Juez jugó toda su estrategia a polarizar la elección con De la Sota. Pero sin la posibilidad de debatir, su campaña se basó en las consignas de “decencia y transparencia”. Juez acusó de “corrupto” a De la Sota en cada oportunidad que tuvo. Pero en el tramo final de la campaña, sus asesores le recomendaron bajar los decibeles de confrontación y su discurso verborrágico para mostrarse como un candidato con propuestas y con condiciones para gobernar. Por eso estuvo en un coloquio de empresarios, junto a Hermes Binner, para tratar de emparentar su propuesta para Córdoba con la gestión socialista en Santa Fe.

Inmerso en la campaña presidencial del Frente Amplio Progresista, Binner respaldó a Juez a pesar de que éste dejó afuera de sus listas a los socialistas cordobeses. En cambio, les abrió paso a varios ex delasotistas.

Juez imagina una elección reñida y dice que en sus encuestas está unos puntos arriba del candidato pejotista. Por eso, mantuvo la campaña hasta último momento. El viernes y sábado, en plena veda, recorrió casas de militantes en mateadas y se mostró ayer en la adelantada peregrinación por San Cayetano, en uno de los barrios más populares de la ciudad de Córdoba, que acompaña todos los años. Los juecistas descreen de los números del oficialismo. “En 2007 decían lo mismo con (Juan) Schiaretti y nos tuvieron que robar la elección para ganar”, repiten una y otra vez.

Inflando globos

El radical Oscar Aguad arrancó la campaña desde atrás y comenzó a remontar la cuesta con una poderosa y costosa campaña publicitaria y el asesoramiento del gurú ecuatoriano de Mauricio Macri, Jaime Durán Barba.

Los propios radicales le adjudican al ecuatoriano más de lo que el publicista admite haber aportado. Al estilo macrista, Aguad incorporó a sus actos la música al palo, videos de los candidatos y los globos multicolores. Con una ligera variante: los globos llevan impreso “A+”, que los boinas blancas definen como “Aguad propositivo”. El candidato también mostró un estilo descontracturado, mucho sport y ya sin costosos trajes y corbatas. Aguad intentó nacionalizar la elección, asociando a los otros dos rivales como “variantes del kirchnerismo” y de “sumirse ante el poder central”, además de afirmar que si hoy gana él, “el único opositor a Cristina, cambia el país”.

Dispersos

Con la Casa Rosada declarada prescindente de la elección cordobesa, el kirchnerismo local dividió sus opciones. Un sector del peronismo k, que es parte de la estructura del PJ, llegó a acuerdos locales con el delasotismo. Tres de los cuatro primeros candidatos de la lista del Frente para la Victoria que irá en la boleta de Cristina en las primarias del 14 de agosto se pronunciaron por el voto a De la Sota. Apoyados también en sus números: dicen que el 65 por ciento de los que votarán por De la Sota, lo harán una semana después por CFK. Según esas encuestas, haría lo mismo parte del electorado juecista, aunque en menor porcentaje.

En cambio, el kirchnerismo más duro y crítico se enroló en la prescindencia. El Peronismo Militante, por ejemplo, sólo hace campaña por las Primarias y la elección del intendente de Córdoba, donde tienen candidato propio y que se definirá en setiembre.

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