EL PAíS › SEMINARIO INTERNACIONAL SOBRE MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA CON EL JUEZ GARZON

“El aplauso se lo merecen las víctimas”

La agresión a la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, por parte de un grupo de familiares de Cromañón opacó el final del acto en el que el magistrado español, la senadora Cristina Fernández de Kirchner, el senador uruguayo Rafael Michelini y el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, expusieron sobre el fin de la impunidad.

“Los problemas debe resolverlos la Justicia del país donde pasan los hechos. Pero si en ese país no se recibe ninguna respuesta, tiene que prevalecer el principio del derecho universal. Todos, como ciudadanos, somos los perjudicados por los crímenes de lesa humanidad y por lo tanto todos tenemos derecho a exigirla. Lo que no se puede permitir es que haya impunidad.” Con estas palabras, el juez español Baltasar Garzón inauguró el seminario “Memoria, Verdad y Justicia” organizado en el Teatro Cervantes, cerrando la agitada agenda que viene manteniendo en Buenos Aires. En la jornada participaron la senadora Cristina Kirchner, el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, el senador uruguayo Rafael Michelini. También expuso la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, quien sorpresivamente fue agredida por algunos familiares de víctimas de Cromañón (ver recuadro). De inmediato, los organismos de derechos humanos manifestaron su repudio ante esa irracionalidad.
“El aplauso se lo merecen ustedes, que son las víctimas y que nunca se cansaron de reclamar lo que tienen que reclamar: justicia.” Con el tono calmo que lo caracteriza, pero sin abandonar por un instante la erudición y firmeza de sus palabras, Garzón despertó uno de los primeros aplausos del heterogéneo auditorio que copó el teatro. Para avanzar el magistrado decidió reivindicar el fallo de la Corte Suprema que declaró inconstitucionales las leyes de punto final y obediencia debida. “Podemos decir que ha tardado y la Justicia puede dejar de ser Justicia cuando se tarda. Pero para ello cabe una tarea fundamental a los ciudadanos, que es la de reclamar y no dejarse llevar por la indiferencia.” Para Garzón, las inagotables demandas de la ciudadanía constituyen uno de los valores fundamentales en la lucha contra la impunidad.
Impulsor de los juicios contra los represores argentinos por genocidio y terorismo de Estado, Garzón defendió la cooperación jurídica internacional sin dejar de mencionar los obstáculos que recibió del ex presidente Carlos Menem. “Afortunadamente ese tiempo ya pasó. Hoy resulta indudable que el principio del derecho universal es compatible con las jurisprudencias territoriales. Si todos vamos en una misma dirección no hay ninguna dificultad”, destacó. Si bien evitó hacer referencia al juicio que enfrenta actualmente en España el marino Ricardo Miguel Cavallo, no dejó lugar para las dudas sobre el tema. “¿Qué interés puede tener España si se está gestando una respuesta en Argentina? Pero si esa respuesta no avanza, que se sepa que se intervendrá para terminar con la impunidad”, dijo.
Cristina Kirchner no dejó pasar por alto las referencias y las aprovechó para hacer hincapié en la defensa de los derechos humanos. “Quiero celebrar una certeza y es que en este país y según leyes argentinas van a ser juzgados quienes violaron sistemáticamente los derechos humanos durante la dictadura”, sentenció la primera dama, sin olvidar tampoco el reclamo sobre los indultos decretados durante el gobierno de Menem, para que sigan el mismo camino que las leyes de impunidad. “Tampoco nos vamos a olvidar de ellos. Muchos miembros de la Justicia ya han reconocido que les compete constitucionalmente”, agregó ratificando la postura oficial.
En las distintas ponencias se destacaron las diversas formas para luchar contra la impunidad y la necesidad de afianzar el camino de la Justicia en la defensa de los derechos humanos. La jornada fue abierta por el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, que tras rendir un pequeño homenaje personal a la lucha de las Madres, hizo su propio reclamo de justicia: “Los argentinos tenemos una deuda frente al muro de impunidad que se había levantado en el país”. La misma consigna fue levantada por la titular de Abuelas, Estela de Carlotto: “La lucha contra la impunidad no terminó. Sigue día a día y seguirá hasta que podamos estar en paz, cuando aparezcan todas las respuestas a nuestras preguntas, por este duelo que no se cierra”.
También estuvo presente el senador uruguayo Rafael Michelini, hijo del fundador del Frente Amplio, Zelmar Michelini, que fue asesinado en BuenosAires en 1976 en el marco del Plan Cóndor. “¿Se acuerdan del dicho ‘Los argentinos somos derechos y humanos’? En Uruguay decíamos ‘Los argentinos somos humanos’. Hoy lo que no podemos hacer olvidar, olvidar todos aquellos crímenes que impunemente ocurrieron de este lado del Río de la Plata cuando nos decían que éramos derechos y humanos”, arrancó el dirigente sin dejar de hacer referencia a los escollos vividos por su país en la batalla contra la impunidad. “Durante mucho tiempo el pueblo uruguayo quedó inmovilizado. Recién con el gobierno de Tabaré Vázquez empezamos a entrar a los cuarteles y a avanzar en la justicia. Pero esta lucha resulta invalorable. Yo no quiero que nadie nos diga que no tuvimos el coraje y el valor”, expresó.
Con atención Garzón intentaba seguir cada una de las palabras al mismo tiempo que se dedicaba a responder los reclamos que los familiares de las víctimas de Cromañón intentaban acercarle al escenario. A pesar del clima tenso que por momentos se generó, cuando las demandas irrumpían en el silencio del auditorio bajo el grito de “Justicia para todos”, el magistrado mantuvo la calma. “Yo respeto y defiendo esos carteles y esos reclamos”, expresó señalando las fotos de las víctimas de Cromañón. “Es buena la denuncia y es bueno que las instituciones respondan.” Un sentido aplauso entonces se hizo sentir.
Para concluir, Garzón volvió a reivindicar la participación de la sociedad civil en el afianzamiento de las democracias. Nada más acorde al surtido público que, entre pañuelos, fotos, expedientes, remeras y banderas, agitaban sus mensajes esperando ser escuchados por el juez español. “Porque acá la Justicia no nos atiende”, no se cansaba de repetir un muchacho con la foto de su hermana, muerta por las llamas del 30 de diciembre, clavada en el pecho. Finalmente el teatro se dejó olvidar por un instante los reclamos pendientes. Entonces Garzón aprovechó para sintetizar lo que reivindicó como eje del encuentro: “Cuando alguien dice que el equilibrio implica avanzar en el futuro y dejar a los historiadores la mirada del pasado yo digo que no se puede construir el futuro si la herida de impunidad sigue abierta. Porque ese futuro no va a ser bueno, porque no va a saber cuidar de nosotros”.
Informe: Carolina Keve.

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El juez Baltasar Garzón fue el invitado especial a las jornadas en el Teatro Cervantes.
 
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