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Cristina Fernández de Kirchner tomó ayer la posta de su marido en un acto oficial en San Miguel de Tucumán luego de informarse oficialmente que el Presidente había sufrido una “molestia gástrica”.
Desde esa provincia, el vocero presidencial, Miguel Núñez, aseguró que Néstor Kirchner “se sintió mal durante todo el día” y que por ese motivo su médico personal, Luis Buonomo, “le recomendó no venir”, agregó el funcionario, quien llegó a los pagos de José Alperovich como parte de la comitiva gubernamental que inauguró las obras del Hospital de Niños del Niño Jesús.
“El Presidente esperó hasta último momento” antes de cancelar el viaje, comentó Núñez, y aseguró que se decidió que Cristina represente al Presidente porque ya formaba parte de la comitiva. Kirchner guardó reposo todo el día en la Quinta de Olivos.
Cristina aprovechó el viaje para volver a hablar en público, algo que había abandonado desde el 23 de octubre, cuando se convirtió en senadora nacional electa por la provincia de Buenos Aires.
La primera dama defendió la gestión del gobierno nacional al señalar que “sabemos que salud, educación, vivienda e infraestructura social son la base de mejorar la calidad de vida de la gente” y que con esa base “hemos demostrado capacidad de gestión”.