EL PAíS › EL PRESIDENTE DUHALDE DIJO QUE HAY SECTORES QUE ATACAN A SU GOBIERNO

“Claro, van a tratar de desestabilizarnos”

En un acto con ONG, Duhalde dijo que el supuesto plan consiste en hacer rodar rumores sobre su posible renuncia que, dijo, no se producirá. Hizo referencia a los lobbies y, sin nombrarlo, a Menem, que ayer había dicho que Duhalde era inepto para gobernar.

El presidente Eduardo Duhalde denunció ayer un plan para desestabilizar su Gobierno y tumbar el programa económico. “Por supuesto que van a tratar de desestabilizarnos. Van a escuchar en estos días comentarios que van a surgir de estos sectores: que Duhalde se quiere ir, que quiere renunciar, que van a renunciar los ministros. Yo quiero decirles que estoy muy seguro de lo que hago”, señaló el Presidente. Por primera vez, Duhalde salió a responder a los sectores que presionan contra el plan económico, y también a Carlos Menem. No lo hizo en cualquier momento, sino en medio de una negociación abierta con algunos de los perjudicados por las medidas y sólo un día después de que su archienemigo riojano lo calificara de “inepto”.
Duhalde formuló estas declaraciones ayer, luego de una reunión con representantes de organizaciones no gubernamentales que se acercaron a Olivos para conversar sobre el nuevo plan económico.
El ex gobernador comenzó su discurso con un mensaje optimista. “Nuestra patria está condenada al éxito, y dependerá de nosotros que este éxito se concrete”, dijo. Y a continuación detalló los aspectos centrales del nuevo “proyecto nacional” que intenta poner en marcha y que apunta a reemplazar el acuerdo con el poder financiero por uno con los sectores productivos.
“Ustedes saben que vamos a tener que afrontar muchas dificultades en nuestro país porque estamos construyendo una nueva alianza con los que trabajan y producen, sean empresas argentinas o no argentinas”, señaló Duhalde, y después mencionó el plan de desestabilización que, según aseguró, comenzaría con versiones sobre su alejamiento.
“Es como empiezan siempre estos sectores. Pero yo quiero decirles que estoy muy seguro de lo que hago. Voy a ocuparme exclusivamente de ser un presidente de la transición. Dos años, pero voy a hacer todo el esfuerzo que se debe hacer en épocas de crisis”, concluyó.
No fue el único que salió a hablar del asunto. El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, dijo que “el Gobierno defiende como Estado el bien común, aceptamos que existan lobbies y empresas que defiendan legítimamente sus intereses, pero no aceptamos presiones de ninguna naturaleza”. Y el vocero presidencial, Eduardo Amadeo, agregó que se trata de una “típica operación para conmover al gobierno”, pero que “no nos llega” (ver aparte).
¿A qué o a quiénes se refieren, exactamente? Según aseguraba ayer una fuente cercana a Duhalde, el discurso tuvo como primer destinatario a algunos sectores que saldrán perjudicados con el nuevo plan económico, especialmente por la devaluación del peso, y que presionan para frenarla.
En un primer momento, los lobbies incluyeron las poderosas empresas privatizadas, cuyos activos se depreciarán con la devaluación, y cuyas ganancias en dólares disminuirán por la pesificación de las tarifas. Contaron con aliados de peso: por ejemplo, las empresas españolas consiguieron que José María Aznar se ocupe del tema.
Sin embargo, ayer en la Casa Rosada aseguraban que este sector ha asumido el nuevo esquema económico: la negociación por las exportaciones de hidrocarburos, por ejemplo, se cerró ayer. “El problema no son las privatizadas sino los bancos, que todavía no terminaron de aceptar las nuevas reglas de juego”, explicó a Página/12 un funcionario.
Es una negociación delicada: no sólo porque constituyen un sector poderoso, con capacidad y experiencia en generar corridas. También porque cerrar un acuerdo con ellos es indispensable para comenzar a desarmar el corralito. Se trata de una de las prioridades de Duhalde, que ya prometió que los depósitos se devolverán en la moneda de origen. “Hoy por hoy, los bancos son nuestro principal problema”, decían cerca de Duhalde.
El segundo destinatario es Menem. El día anterior, en Chile, el riojano había cuestionado la salida de la Convertibilidad. “Por sobre todas las cosas es la ineptitud para gobernar. Ineptitud de Duhalde y de todo o casi todo el equipo que lo acompaña.” Además, aseguró que el nuevo Gobierno es consecuencia de un pacto bonaerense. “Es un cambio de rumbo que va a favorecer a Buenos Aires en detrimento de la Nación”, evaluó.
Las declaraciones del riojano enfurecieron a Duhalde y su equipo, que lo vieron como la cara pública de los sectores que resisten al plan, y registraron los contactos que viene manteniendo con los sectores que se oponen al plan económico. Sin embargo, el Presidente no lo mencionó directamente. Sólo Capitanich se refirió a sus palabras. “Son desafortunadas”, se limitó a responder el jefe de Gabinete.

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Los operarios de la quinta presidencial de Olivos preparan el cartel del salón donde se reunió Duhalde con las ONG.
 
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