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Una pasarela al aire libre para más de un político en campaña

Aunque se diferenciaron de algunas de las propuestas de Blumberg, López Murphy, Patti y Artaza, entre otros, aprovecharon el acto para mostrarse. El piquetero Raúl Castells “apoyó” al ingeniero con carteles que decían “no queremos mano dura”.

 Por Werner Pertot

Ninguno de los políticos que participó de la marcha de Juan Carlos Blumberg –incluido Luis Patti– se animó a decir que coincidía con todas las propuestas del ingeniero. En especial, los dirigentes esquivaron o rechazaron la baja de edad de imputabilidad. Entre las miles de velas de la marcha, desfilaron cada uno por su lado: los líderes de PRO, Mauricio Macri y Ricardo López Murphy, el capocómico Nito Artaza y el dirigente piquetero Raúl Castells, quien festejó: “El Gobierno perdió e hizo el ridículo, porque la gente vino igual. Que se la aguanten, porque el pueblo le llenó la Plaza a (presidente, Néstor) Kirchner”.

“Es un ejercicio del derecho de petición con mayor énfasis en la seguridad personal. Vine a acompañar a la gente tanto de la Capital como de la provincia”, sostuvo López Murphy, quien todavía evalúa una candidatura en uno u otro distrito. Frente al Cabildo, rodeado por toda la tropa de legisladores y dirigentes de Recrear, el ex ministro de Defensa negó que la marcha fuese el lanzamiento de la candidatura de Blumberg a gobernador bonaerense de PRO, como afirmaron varios funcionarios en la víspera de la marcha.

El Bulldog esquivó una definición sobre la baja de edad de imputabilidad. “Mi propuesta en el proceso presidencial (de 2003) fue muy cuidadosa, pero en el plan de (el ex ministro de Justicia, Gustavo) Beliz propusieron bajarla. Habría que recordar el plan Beliz”, devolvió. El dirigente no se privó de criticar al Gobierno y a la contramarcha. “Creo que si hubieran actuado con mesura la movilización hubiera expresado esta queja legítima de la sociedad. No fue afortunado hacer su marcha a la misma hora, podrían haberla hecho tranquilamente mañana. Me parece un error, pero... es lo que hay”, planteó. En tanto, Macri no quiso hablar con la prensa. “Marchó como un ciudadano más”, dijeron cerca del empresario.

Rodeado de banderas que decían “seguridad también para los pobres” y “no queremos mano dura”, el líder del Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (MIJD), Raúl Castells, destacó que “hay un sector en este acto que entiende que con respuestas de mano dura se solucionan las cosas. No se puede resolver el problema ni con palos, ni con gatillo fácil. Hace cinco años había 40 mil presos, hoy hay 60 mil. ¿Qué van a hacer? ¿Meter la mayoría de los argentinos en las cárceles?”, se preguntó el dirigente, que participó de la marcha a pesar de no acordar con sus consignas. “El Gobierno buscó meter miedo con que era una plaza de nazis. ¡¡Que vengan a decirme dónde carajo están los nazis!!”, bramó.

Castells aseguró que no está a favor de bajar la edad de imputabilidad.

“Ah, no sé, son problemas que tiene el que lo sostiene. Si hay alguien que cree que a garrotazos va a resolver los problemas de la Argentina, allá él. Ya Videla quiso imponer el terror y mire cómo terminó”, dijo.

“Queremos juicio por jurado y que los comisarios sean elegidos por voto popular. Pedimos un marco social que no lleve a los jóvenes a delinquir: resolver el problema habitacional de 2,5 millones de personas y a las 4 millones que no tienen trabajo”, afirmó el líder de MIJD.

Plantado directamente frente al palco, Patti lanzó: “El Gobierno tiene una actitud antidemocrática y peligrosa. Es lamentable”.

–¿Comparte las propuestas de Blumberg? –le preguntó Página/12.

–Algunas sí, otras no, pero lo que hay que destacar es que fue una marcha de la democracia, con una participación de la ciudadanía ejemplar, que nada tiene que ver con la política –consideró el ex comisario acusado de secuestros, torturas y asesinatos.

A pocos metros del ex comisario, Artaza remarcó que no apoya la baja de imputabilidad. “No comparto todas las consignas, pero es un reclamo legítimo. Me alegra que se haya hablado de los problemas sociales que viven algunos de los delincuentes que terminan cayendo en la drogadicción”, insistió el dirigente radical. “Me pareció muy digna la actitud de Pérez Esquivel, porque instala la marginalidad como uno de los problemas. No se trata sólo de pedir prevención y represión”, concluyó el capocómico.

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La mayoría de los políticos no quiso referirse a la concentración como un acto “opositor”.
 
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