EL PAíS

La fuerza propia

 Por Mario Wainfeld

Hugo Moyano aspira a poner medio millón de personas el viernes próximo en la avenida 9 de Julio. La estimación, seguramente, es excesiva, pero da cuenta de que se pretende una movilización impactante. El secretario general de la CGT será, en principio, el único orador del acto, a menos que concurra la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien evalúa si asistirá. Por lo general, estuvo presente y habló en convocatorias análogas.

Moyano hablará temprano, onda tres de la tarde, “en hora” subrayan en su torno, porque no es la costumbre pero sí una necesidad, para facilitar una desconcentración pacífica y temprana. Los organizadores esperan una concurrencia masiva de sus compañeros de provincias, que tendrán luego un largo regreso.

Todo acto es una demostración de fuerza, para adentro y para afuera. Con una comprobada capacidad de poblar las calles, Moyano se vale de una táctica que le ha sido fértil. La pregunta acerca de si es un acto a favor o en contra del kirchnerismo peca de baladí y esquemática. Son aliados, sin duda. Y también están en medio de fragorosas negociaciones que abarcan, entre otros ítem, la conformación de las listas electorales.

Moyano es un socio importante del oficialismo, un pilar de la gobernabilidad. Como buen negociador, pide más de lo que ambiciona, para poder regatear sin quedar deslucido. Lo hace en las paritarias, también con la nominación a vicepresidente. El reclamo de máxima delimita el techo. Si se consuma, albricias. Si debe limitar las pretensiones, como es de manual, la transacción se acerca a los verdaderos objetivos.

De cualquier modo, las insinuaciones del titular de la CGT son firmes. Es el único dirigente peronista de fuste que insinuó algo sobre la vicepresidencia. Como ella misma puntualizó, el silencio de la Presidenta acerca de su propia candidatura hace hibernar demandas sobre su compañero de fórmula.

- - -

El exhorto diplomático suizo reclamando información sobre causas abiertas contra Moyano y sus parientes no regresa. Los fiscales helvéticos, por lo visto, son remolones. Opositores y periodistas de la cadena privada de medios se indignan, despotrican contra los pedidos de los tribunales argentinos. La legalidad, en su imaginario, es poca cosa cotejada con su fobia al kirchnerismo. Sin embargo, la exigencia de consignar las leyes suizas aplicables, debidamente traducidas, integra el abecé de los requerimientos internacionales. Los jueces están obligados a conocer “su” derecho (las leyes argentinas) pero no a estar informados sobre las suizas. Saber de qué se trata es forzoso, para dar calce o no a las demandas de tribunales foráneos.

Cuando el exhorto regrese, habrá seguramente otro torbellino. Entre tanto, las relaciones entre Moyano y el Gobierno se apaciguaron y reencauzaron.

Las convenciones colectivas avanzan razonablemente, el acuerdo con los camioneros no les puso un techo pero sí un contexto afín con las expectativas de Trabajo y de la Rosada. Algunos gremios industriales trajinan acuerdos muy relevantes por su impacto; los estatales también están en tratativas. El oficialismo se ocupa con atención, aunque sin taquicardia, de las negociaciones.

Atiende y otea con más preocupación conflictos como el de los petroleros en Santa Cruz. Las luchas sociales en la Patagonia suelen escalar mucho, en la escala salarial y en la virulencia con que se expresan.

Más allá de la coyuntura, las tensiones entre comisiones internas y secretariados generales describen un sistema de relaciones laborales que está en crisis, acicateada por el crecimiento de los últimos años. El próximo gobierno deberá encargarse de revisar ese paquete, fuera cual fuere su signo partidario.

- - -

Cristina Kirchner sí estuvo en el lanzamiento de la corriente que encabeza el ministro de Agricultura y Ganadería, Julián Domínguez. Fue en el Luna Park, que estaba colmado. El valor agregado del convite fue la presencia de pequeños productores rurales, un sector que Domínguez ayudó a reconquistar después del conflicto con las patronales “del campo”.

Domínguez reencauzó bastante las relaciones con esas corporaciones, en especial con la Federación Agraria. Con ese capital, aspira a ser candidato a vicegobernador de la provincia de Buenos Aires, acompañando a Daniel Scioli. Néstor Kirchner le había dado plafond para un acto, prefijado para fines de octubre de 2010. El fallecimiento del ex presidente, pocos días antes, forzó la suspensión. Pasado un tiempo prudencial, cerca del Año Nuevo, la Presidenta autorizó al ministro a que sembrara su propia flor, entre otras cien.

Según Domínguez y su círculo íntimo, su eventual candidatura reforzaría el tono K de la fórmula provincial y sumaría el encanto de poner un cuadro del interior provincial, que tanto hizo sufrir al Gobierno. Otros kirchneristas, que impulsan a Gabriel Mariotto, alegan que es mejor proponer a un oriundo del Conurbano, asociado a la lucha por la Ley de Medios de Comunicación Audiovisual. La nómina de flores K germinando no termina allí, el ex canciller Jorge Taiana es prospecto de sectores militantes.

Los allegados a Scioli no se ponen intratables pero en voz baja dejan constancia de que la fórmula se elegirá en La Plata. Varios intendentes o dirigentes conurbanos aplauden el criterio, mientras se prueban la pilcha. Baldomero “Cacho” Alvarez de Olivera es el más re-nombrado.

En la Casa Rosada y zonas de influencia dan por hecho que Scioli transigirá, reservándose el derecho a formar su gabinete y algunos lugares en la nutrida lista de diputados nacionales. Hay dos senadores nacionales en la movida, en Palacio nadie duda de que “Cristina” los designará. Los aspirantes no levantan la voz, saben que en la Casa Rosada autopostularse se asemeja demasiado a cortarse las piernas.

Para las nacionales y las bonaerenses falta bastante, habrá más aprontes y amagues. Para la Ciudad Autónoma, los plazos se acortan: todo debe definirse antes de fin de mayo. El nivel de incertidumbre es transversal y bastante asombroso: por ahora se desconoce quién encabezará las listas que se presumen más taquilleras. Todos esperan que sea “otro” quien se zambulla primero en la pileta. El juego continuará, aunque entra en la etapa decisiva.

Compartir: 

Twitter

SUBNOTAS
  • La fuerza propia
    Por Mario Wainfeld
 
EL PAíS
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.