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La situación bonaerense

- Zuleta: La elección bonaerense es clave. La ventaja del oficialismo le permite compensar sus retrocesos en los grandes distritos y en la mayor parte de las ciudades importantes del país. La ventaja es esta vez más sólida que en el 2007 y el 2009, en la medida en que está mejor distribuida en todas las regiones y sectores sociales de la provincia. La clave está sin dudas en la imagen de gestión de la gobernación Scioli y en su capacidad de contener las energías desatadas del peronismo. Al igual que en las presidenciales del 2003 y 2007, Scioli es un factor clave en las posibilidades políticas del modelo kirchnerista. No existe tampoco un nivel de voto protesta como el que operó en el 2009.

- Römer: Scioli parece claro ganador, seguido a mucha distancia por De Narváez.

- Del Franco: El primero en la intención de voto es Daniel Scioli con un alto nivel de aprobación de su gestión, esto sucede en el total provincial y tanto en la general como en la interna con Mario Ishii, quien según nuestras mediciones no presenta una performance relevante. Como siempre para el Frente para la Victoria, el apoyo es mayor en el Gran Buenos Aires y más irregular en el interior. El segundo lugar es para De Narváez, pero a una importante distancia respecto de Scioli.

- Artemio López: Panorama muy estable y definido con Scioli-Mariotto con el 48 por ciento de los votos y segunda minoría para De Narváez-López con el 15, Stolbizer-Morea con el 11, aun con 9 por ciento de indecisos.

- Rouvier: Scioli encabeza las preferencias de los bonaerenses, en segundo lugar se ubica De Narváez y en tercer lugar Stolbizer. A los radicales les cuesta votar a De Narváez y a los peronistas votar a Alfonsín. El problema del duhaldismo en la provincia es que su candidato a gobernador no completó su posicionamiento en el territorio. Martín Sabbatella reúne alrededor del ocho o nueve por ciento de los votos.

- Capurro: El escenario en la provincia sigue mostrando a un Scioli muy fuerte, con un vínculo virtuoso al proyecto nacional. En la vereda opositora el panorama es menos alentador. Desde un comienzo la alianza entre Alfonsín y De Narváez fue recibida con más sospechas que entusiasmo.

- Fidanza: Scioli encabeza la intención de voto con considerable ventaja sobre De Narváez. A diferencia de la elección presidencial, en la provincia, De Narváez, de confirmarse la tendencia, podría terminar polarizando con el gobernador.

- Haime: Está claro que gana Scioli y ganará Cristina Fernández de Kirchner. Veremos en esa elección, por ejemplo, si hay corte de boleta en la alternativa Alfonsín-De Narváez, es decir veremos si ambos se potencian o si esa alianza no sirvió y no se potencian entre sí.

- Mora: La elección bonaerense es la clave de las claves. Scioli viene al frente, pero siempre son decisivas las campañas electorales. Falta bastante.

- Valladares-González: Esta elección parece haber comenzado demasiado tarde. Scioli mantiene un claro liderazgo pero De Narváez, que comenzó muy abajo, viene creciendo a un ritmo notable. Ese crecimiento queda explicado por la captación transversal de quienes elegirían a otros presidenciables en detrimento de sus respectivos candidatos a gobernador. Así, De Narváez ya estaría captando el voto del 70 por ciento de quienes elegirían a Duhalde, el 63 por ciento de Rodríguez Saá, el 42 por ciento de Binner, el 27 de Carrió y hasta un 5 de la propia Cristina.

- Bacman: La provincia de Buenos Aires es fundamental, representa el 38 por ciento del padrón. El resultado bonaerense es decisivo si, encima, hay una gran diferencia. Hoy por hoy, en ese distrito la combinación de Cristina y Daniel Scioli está funcionando muy bien, recuperando incluso votos perdidos en 2009.


El voto bonaerense

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